Intervención en Mesa Redonda (14/07/2021)
Nacionales
- En este articulo: Reunión de Trabajo Consejo de Ministros Eventos PCC
Intervención de Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, en la Mesa Redonda, en el Palacio de la Revolución, el 14 de julio del 2021, “Año 63 de la Revolución”.
(Versiones Taquigráficas - Presidencia de la República)
Miguel M. Díaz-Canel.- Buenas noches para todo nuestro pueblo.
Un vez más, agradecer a ustedes el espacio de la Mesa Redonda para poder intercambiar con la población cubana, para poder brindar información, para presentar puntos de vista sobre problemas complejos.
Creo que después de esta descripción que han existido de los últimos análisis que se han hecho por parte de la actividad del Gobierno, sería bueno también actualizar las valoraciones que tenemos desde el punto de vista de sentimientos, de emociones y de convicciones de la problemática de la situación actual que, como sabemos, es una situación compleja y retadora. Compleja por los elementos de contexto y la relación entre esos elementos de contexto; y retadora porque también exige una capacidad de nosotros para superar adversidades, para superar situaciones, para enfrentar toda esa difamación que hay en la enorme campaña mediática brutal que se ejerce sobre nuestro país, y que ha sido esa situación compleja atizada por los disturbios recientes que se produjeron de manera concentrada el domingo, que tuvieron alguna incidencia menor, el lunes que ya han estado casi sin hechos, el martes y en el día de hoy.
Creo que todo esto responde, indudablemente, y nuestro Canciller ayer lo denunciaba, a un plan deliberado y a un plan que está en proceso, por eso la vigilancia revolucionaria, la actuación de nuestras instituciones, la percepción que tenemos que tener de la situación es muy importante y responden a todo los preceptos de la Guerra No Convencional, al conocido manual para el golpe suave.
Nosotros sabemos y lo hemos compartido, creo que fue parte de la información que dimos el martes en la mañana, de que aquí han coincidido varias cosas: el bloqueo de los 60 años recrudecido y, aún más, apoyado por 243 medidas restrictivas de la administración Trump que, además, han sido sostenidas, y el pico pandémico que hemos vivido en las últimas semanas. Hay un elemento que no podemos dejar escapar; en medio del pico pandémico y de las situaciones que estábamos enfrentando aparecen los resultados de Abdala, que la reconocen como primera vacuna en Latinoamérica, y que nos permite dar un paso más en el enfrentamiento exitoso a la pandemia, lo cual es también una de las esperanzas que tenemos para, en el menor tiempo posible, limitar los efectos de este pico pandémico.
Por otra parte, ya se empezaba a hablar, y había algunas señas, de las intenciones de la actual administración de los Estados Unidos de hacer una revisión de algunos puntos de la política hacia Cuba; la situación electroenergética que hoy, más que describir problemas, ya también se han descrito los resultados de las acciones que se estaban acometiendo para mejorar el servicio electroenergético a la población cubana y tuvo un grupo de problemas, de carencias, insatisfacciones, problemas acumulados que tenemos.
Esta situación analizada por los que no quieren de verdad un desarrollo de la Revolución Cubana, por los que no aspiran a una relación civilizada y de respeto con los Estados Unidos, por los que tienen otras intenciones, marcó como que o aprovechaban este momento o era el nunca por el que se ha apostado, y todos conocen que me estoy refiriendo a ese sector tan conservador que vincula a la mafia cubanoamericana. O sea, alrededor de eso han estado, precisamente, las principales aspiraciones de ese sector conservador y tratar de aplicar una política de golpe suave en ese momento contra nuestro país.
Aquí hay que hablar entonces del bloqueo y de las medidas. Hay una diferencia de contexto, siempre hemos estado bloqueados, nosotros somos una generación que ha nacido, ha crecido y ha vivido bloqueada, y somos de las generaciones que constantemente hemos participado en todo un grupo de programas para evitar que el país se atrase o que el país no pueda superar el bloqueo. Pero las condiciones actuales no son las mismas que teníamos en el Periodo Especial, que fue para nosotros otro periodo y otra situación muy compleja. Cuando aquello, prácticamente, quedamos sin muchas posibilidades con toda la ruptura y la dependencia que teníamos del campo socialista; pero en estos tiempos y después de los aprendizajes que tuvimos del Periodo Especial, de la manera en que tuvimos que enfrentar el Periodo Especial, desarrollamos programas, por ejemplo, de extracción de petróleo, de producción petrolera.
Por lo tanto, hoy una parte importante o la parte básica de nuestra generación eléctrica está montada en termoeléctricas que consumen crudo nacional. Nosotros somos capaces de autoabastecernos de crudo nacional, y nuestros consumos de combustible hoy son más ajustados que en aquel momento que lo recibíamos y malgastábamos más de 13 000 millones de toneladas de combustible al año.
Pudimos desarrollar un proceso inversionista en el Turismo que nos potenció un grupo de polos turísticos del país, que nos da ingresos en divisas importantes para sostener otras actividades; se desarrollaron procesos inversionistas que favorecieron procesos productivos, los cuales sirvieron para abastecer de bienes y servicios a la población y también para incrementar nuestras exportaciones y para crear reservas que el país necesitaba en condiciones de determinadas contingencias.
Con el recrudecimiento del bloqueo en estos momentos y con las famosas 243 medidas de la administración Trump se cortan todas las fuentes de ingresos que propiciaban esas experiencias o que propiciaban esas oportunidades y potencialidades que hemos ido desarrollando; en medio esa situación estamos hoy con una carencia tremenda de divisas para asumir cualquier cosa. Hay gente que sigue diciendo que no hay bloqueo y esa es una de las matrices que ha tratado de potenciar esta campaña feroz de difamación contra Cuba.
Mira, aquí estamos tres de los que todas las semanas tenemos que hacer un análisis de lo que entra al país, lo que debemos y lo que necesitamos, y siempre esa balanza es muy desfavorable. Yo te diría que hay acá una enorme lista de lo que necesita el país, una enorme lista de los compromisos que tenemos que honrar en deudas y una pequeña entrada de divisas en estos momentos. Eso yo te diría que es un ejemplo práctico, no lo voy a manejar en cifras, porque tampoco voy a dar el gusto de que los que siempre nos están espiando, de los que siempre nos están aplicando medidas tengan más información que la que tienen.
Pero vamos a poner un ejemplo más práctico, la retención de un barco de combustibles o de un barco de alimentos en el país: primero, es algo que necesitamos, en medio de esa situación de poco ingreso de divisas es algo que tenemos que priorizar, o sea, de lo poquito contra esta lista y contra esta otra lista tenemos que ese barco de alimentos lo necesitamos o ese barco de combustible lo necesitamos; hacemos el esfuerzo y lo pagamos y como debemos a ese suministrador, el barco entra a Cuba con lo que necesitamos y la propia compañía nos dice que no descarga ese barco hasta que no paguemos la deuda, eso se llama retención financiera. A esa hora hay que buscar de donde no hay el dinero para pagar esa retención financiera, o peor, hay que volver a contraer o renegociar una deuda con esa compañía que, además, sigue trabajando con nosotros, que ha evadido el bloqueo o que trata de alguna manera de apoyar y de tener un compromiso comercial con Cuba.
Ejemplos como ese se viven todos los días. Por ejemplo, en estos días que aquí se plantea que hemos avanzado en inversiones importantes y en mantenimientos importantes a nuestras principales plantas de energía, hoy estamos entrando con un esfuerzo tremendo con los tres bloques: una inversión nueva en uno de los bloques de Felton, una reparación capital en otro de los bloques y una reparación a la Guiteras también. Esos son nuestros tres bloques de más generación, los que dan estabilidad al país; pero tenemos una base de grupos electrógenos en Moa, es la mayor base de grupos electrógenos, Liván, del país que hoy pudiendo funcionar y pudiendo aportar al sistema electroenergético nacional no puede funcionar porque tenemos un barco retenido con combustible.
Además, dos cosas: está retenido, ya eso se solucionó, pero ahora hay mal tiempo y por las marejadas no hemos podido llevar con un transportador la descarga del combustible. Esas son de las cosas que pasan en Cuba y que están muy vinculadas al bloqueo. Casi que uno podría a todo lo que hace en el día encontrarle la afectación del bloqueo, y eso siempre no se entiende o no queda en la concepción de lo que diariamente nos afecta.
Yo te diría más: el bloqueo supera los deseos. Creo que todo nuestro Gobierno, todos los compañeros y compañeras de la dirección del Partido, del Gobierno de las diferentes instituciones tienen una voluntad tremenda, tiene un deseo tremendo, tiene un sentido tremendo de responsabilidad para que el país se desarrolle lo más rápido posible, para que lleguemos a la prosperidad a la que aspiramos; nuestros sueños y nuestros deseos que, por supuesto, los compartimos como pueblo porque somos parte de él, son superados por ese bloqueo. Ese bloqueo supera lo que nosotros queremos hacer, ese bloqueo nos retrasa, ese bloqueo no nos permite avanzar a la velocidad que necesitamos y eso ocasiona entonces que, aunque actuamos sobre los problemas, se acumulan más los problemas sin resolver que los que podemos resolver por las velocidades que nos acortan y eso entonces lo que provoca acentuamiento de incomprensiones, de inconformidades y también diríamos que afecta lo que tiene que ver con las esperanzas, con las aspiraciones de las personas.
Por eso yo siempre no me canso de decir que es cruel, que es genocida, que es bajo y que demerita al país poderoso que ante una nación como la nuestra, pequeña, laboriosa, que tiene deseos de triunfar, que ha demostrado que puede conquistarse la justicia social, es entonces por esa visión, por ese concepto de un mundo mejor, es atacada y agredida de esa manera con el bloqueo. Y eso puede parecer más de lo mismo pero, sobre todo, quise ejemplificar con cosas que son muy cercanas a la vida de todos.
Y no quepa duda de que nosotros queremos un país más próspero y tenemos la insatisfacción de que no lo hemos alcanzado, sabiendo que si nos dejan tranquilos, si nos dejan actuar por nuestras propias fuerzas, con nuestro propio talento, si no nos dificultan, si no nos ponen trabas, si no nos ponen obstáculos nosotros lo podemos alcanzar. Y si nosotros lo alcanzamos, si nosotros alcanzamos esa prosperidad económica, estoy convencido entonces de que podemos multiplicar la inmensa obra social que la Revolución ha gestado y que creo que nadie la puede negar; podrá haber insatisfacciones, pero la Revolución ha gestado una enorme obra social, de justicia social con esa economía de guerra, con esa economía bloqueada, con esa economía truncada y en la que también no somos todo lo eficientes posible. Es por eso que tenemos que estar constantemente, y en los últimos años como parte del Modelo Económico y Social de Cuba, su perfeccionamiento, introduciendo cambios, reformas, aplicando experiencias, tratando de avanzar más y también sufriendo los embates de las cosas que no nos quedan como queremos.
Por ejemplo, y es otro elemento de contexto, de realidad, en medio de todo eso, en medio de esta situación que estamos diciendo, en medio de esta situación con la que nos tratan de ahogar y asfixiar con un golpe suave, este país ha creado cinco candidatos vacunales que no nos cansamos de decirlo, eso tiene un mérito tremendo.
Pero, ¿por qué nos vimos obligados a buscar los cinco candidatos vacunales? Sencillamente, en primer lugar, porque no teníamos el dinero, el bloqueo no nos deja tener el dinero para comprar vacunas hechas por otros países; en segundo lugar, el bloqueo atenta contra nuestra soberanía, por lo tanto, nosotros tenemos que ser capaces por nosotros mismos de hacer las cosas, por eso fuimos a las vacunas, y lo podemos hacer porque tenemos una obra social, una obra de la Revolución, una conquista de la Revolución que ha sido el desarrollo científico-tecnológico a partir de la idea visionaria del Comandante en Jefe, y casi que era nuestra única alternativa.
¿Ha llegado una vacuna de otro lugar aquí a Cuba en estos momentos? ¿Con quién hemos vacunado ya casi un 30 % de la población con primera dosis?, con vacunas cubanas. ¿Con quién estamos aspirando a cumplir esos porcentajes de vacunación que Marrero explicaba, a los que aspiramos en julio, en agosto, en septiembre y antes del año tener toda la población cubana vacunada? ¿Con quiénes estamos haciendo los ensayos clínicos en personas convalecientes? ¿Con qué vacunas estamos haciendo los ensayos clínicos para también proteger a nuestros niños y a nuestros adolescentes? Y lo hemos hecho en las peores de las situaciones de una pandemia y en la peor de las situaciones de bloqueo y persecución financiera recrudecida y ahora con todo este aliento a los disturbios.
Vamos entonces a hablar un poco de los disturbios, ¿qué han significado estos disturbios que han ocurrido?
Primero, porque de los disturbios también hay que sacar experiencias, tenemos que hacer un análisis crítico de nuestros problemas para poder actuar, para poder superar, para evitar que se repitan, para poder transformar situaciones.
En los disturbios yo diría que han participado, no creo que sea una clasificación exacta, pero se puede distinguir, primero, una participación anexionista, personas que responden a un plan extranjero, que están irreconciliablemente opuestas a la Revolución Cubana, que no piensan como cubanos, piensan bajo los designios del imperio, que cuando hacen un gesto contra Cuba, cuando hacen una provocación, cuando protagonizan una acción, no acuden a una bandera cubana, acuden a una bandera norteamericana, y por ahí andan fotos en estos días de las que tanto se han estado presentando que, precisamente, son esas imágenes, el anexionista con la bandera norteamericana.
Pero hay otros tres grupos de personas, de ciudadanos cubanos que han estado involucrados lamentablemente en estas cosas, algunos que tienen un actuar de delincuentes, otros que son personas insatisfechas, que tienen vehículos, tienen posibilidades de mostrar su insatisfacción por otras vías, pero se confundieron y cuando vieron esto dijeron: bueno, aquí mismo yo aprovecho, legítimo también porque tienen aspiraciones, tienen insatisfacciones, no siempre han recibido la atención adecuada, y jóvenes.
Con los jóvenes me contrasta, porque nosotros nos hemos reunido, sobre todo en este tiempo de pandemia, con jóvenes en todos los lugares. Ahí se están viendo imágenes (Señala), por ejemplo, a lo que me voy a referir después en la manera en que actuaron y que me digan que eso es una manifestación pacífica, y no es una manifestación violenta, y no es una manifestación vandálica, y no es una manifestación donde está claro el delito. Ahí se vio uno con un short, mira (Señala), ahí estaba la bandera americana, mira el desparpajo, mira la manera en que se actúa, miren los cristales rotos, miren el desorden, el comportamiento cívico. Esos son manifestaciones supuestamente defendidas como manifestaciones no agresivas, sino pacíficas, lo cual es una mentira.
Pero, bueno, un grupo de jóvenes que nos contrasta su actitud con la manera en que han actuado jóvenes cubanos en medio de esta situación. Nosotros nos hemos reunido a lo largo de todo el país con jóvenes universitarios que han estado en línea roja, que se han convocado para los lugares más difíciles, que han estado haciendo tareas de todo tipo en las tareas de enfrentamiento a la pandemia junto a su pueblo.
Los delincuentes y los insatisfechos que participaron en estos hechos son parte también de nuestro pueblo, y nos duele, nos molesta que haya personas que lleven esa actitud. Son fracturas que tenemos en nuestra atención a determinados problemas sociales, son consecuencia de esas fracturas, de esas cosas que tenemos que perfeccionar y que tenemos que asumir.
Y yo me remito al Comandante en Jefe, a su pensamiento, a programas sociales que él potenció. Recuerdo su tesis con relación a los eslabones perdidos en la sociedad y como había que actuar diferenciadamente desde el trabajo social, desde el trabajo comunitario, desde la atención particular a cada familia en aquellos barrios que estaban en desventaja, o en aquellos barrios que eran vulnerables, que independientemente de la obra social que ha potenciado la Revolución no les hemos llegado con la misma dimensión que a otros lugares, donde hay familias disfuncionales, donde hay hijos de familias disfuncionales que entonces están en más condiciones de vulnerabilidad para ser entonces desertores de nuestro sistema escolar. Si desertan de nuestro sistema escolar y no tienen una adecuada atención, o una adecuada vinculación a otras tareas sociales, delinquen, se convierten en delincuentes, son apresados, porque hay que aplicarles la justicia, no somos capaces de reeducarlos adecuadamente en nuestros centros penitenciarios, independientemente del esfuerzo que se hace, porque hoy en nuestros centros penitenciarios incluso se puede cursar una carrera universitaria. Lo que pasa es que estoy siendo descarnado, no me estoy deteniendo en los logros, me estoy deteniendo en las cosas que nos duelen y que tenemos que analizar y sacar adelante para superar todos estos problemas. Y después la propia sociedad no es capaz, cuando salen de prisión, de siempre incorporarlos de la manera más humanista posible, más transformadora y siguen con esas vulnerabilidades y entonces se repiten estas situaciones.
En los insatisfechos hay problemas también de atención por parte de nuestras instituciones a planteamientos de la población, problemas de sensibilidad hacia esos problemas, la argumentación oportuna a esos problemas, la respuesta clara y precisa. Hay problemas que no tenemos condiciones hoy para resolverlos, eso sería una mentira decirle a la gente: sé tú problema y te lo voy a resolver: no, hay que decirle: se tú problema y ahora no estoy en condiciones de resolverlo, pero vamos a ver qué podemos hacer, pero, además, tu problema no es que yo quiera molestarte o yo no te lo quiera resolver, tu problema está dado por esto, por esto y por esto.
También hay que decir que hay personas que tienen los problemas por su manera de asumir la vida, porque aquí hay personas que han sido beneficiadas, —tengo las experiencias de dos provincias que dirigí—, personas que fueron beneficiadas con viviendas cuando tuvieron problemas de ciclón y al poco tiempo vendían esa vivienda y se iban a un lugar más malo, porque con el dinero entonces querían beber o querían hacer otro tipo de cosas.
Ahora, con la crudeza con que lo estoy analizando, partiendo de nuestras insatisfacciones, nosotros no hemos podido lograr toda la transformación en barrios vulnerables ni toda la transformación en la atención a los problemas, la superación de los problemas que tienen estas personas insatisfechas, entre otras cosas, por el bloqueo. Si nosotros tuviéramos los materiales de la construcción, los combustibles, las producciones, las materias primas necesarias para un grupo de procesos que están asociados a la solución de estos problemas nosotros hubiéramos resuelto esos problemas, y hubiéramos podido arreglar las comunidades, y pudiéramos tener más comunidades de las que se han hecho en mejores condiciones de hábitat para todos estos problemas, y entonces las influencias serían de otra manera.
Pero estoy hablando de la insatisfacción al evaluar las cosas que ocurrieron y eso nos está diciendo entonces también que nosotros tenemos que seguir potenciando —un tema que hemos debatido mucho— la atención a la población, la sensibilidad por los problemas de la población, la vocación humanista de la Revolución concretarla en hechos, y también hay que reanimar nuestras formas de participación social, hay que reanimar y reactivar el trabajo de las organizaciones y de las instituciones que funcionan en el barrio.
Esos eran temas que yo había destacado en el informe de clausura del Octavo Congreso del Partido, y ya nosotros estamos trabajando en la implementación del Octavo Congreso del Partido y vienen también estas situaciones de complejidad.
¿Cuál ha sido el saldo? Bueno, hay un fallecido, que ayer se comunicó con toda transparencia en el suceso que ocurrió en un barrio aquí en La Habana, en La Güinera, hay decenas de heridos —no puedo precisar la cifra exacta ahora—, hay muchos heridos que son de la parte del pueblo que trató de evitar esos hechos vandálicos, de la parte del pueblo que fue a defender el orden, la seguridad y la tranquilidad ciudadana de la cual nosotros mismos sentimos que es una quimera en nuestra sociedad, daños materiales como esos que se ven en un grupo de instalaciones, y entonces en medio de los problemas que tenemos ahora tenemos que reponer, y tenemos que reparar, y tenemos que resolver otros cosas.
Randy Alonso.- Ataques contra las fuerzas del orden.
Miguel M. Díaz-Canel.- Ataques contra las fuerzas del orden, vulgaridad, y eso lacera también los sentimientos de los cubanos, de los revolucionarios. Ese no es el comportamiento que queremos en un cubano, ese no es el comportamiento que resuelve los problemas que tenemos.
Por lo tanto, ese modo de actuación también es un saldo en el que nos tenemos que detener, porque eso hay que transformarlo en nuestra sociedad. Nuestra sociedad no es una sociedad que genera odio, y esas personas actuaron con odio. Nuestra sociedad no conoce el odio, el sentimiento de los cubanos no es un sentimiento de odio, el sentimiento de los cubanos es un sentimiento de solidaridad. Y estas personas acudieron a estos hechos o protagonizaron estos hechos armados, con vandalismo, vociferando y anunciando muerte y linchamiento a personas revolucionarias, a comunistas, planeando asaltar lugares públicos, rompiendo cristales, robando, agrediendo, lanzando piedras, un comportamiento salvaje, virando equipos, y entonces también manipulados.
Por ejemplo, hay un grupo, este que actuó en La Güinera —miren los jóvenes (Señala)—, lamentamos que esos jóvenes que han tenido todas las posibilidades de instrucción, de educación, de superación, se comporten de esa manera. Iban directo a tomar una estación de la policía, a quemarla y, además, con la convicción de que después que hicieran ese hecho ya estaban llegando los barcos norteamericanos y ellos iban a ser parte de los apoyados.
Ahora, hay que decir también, independientemente de este razonamiento crítico o autocrítico que estoy haciendo de estas realidades, que se cometieron hechos que atentan contra la Constitución de la República, contra los preceptos constitucionales, y esa Constitución fue refrendada por más del 86 % del pueblo cubano, por lo tanto es una Constitución de la mayoría, y es una Constitución que tiene que ser respetada, que tiene que ser apoyada y, por lo tanto, aquí hay personas que van a recibir la respuesta que contempla la legislación cubana, que va a ser enérgica, pero también de respeto en cada caso a las garantías procesales establecidas en nuestro ordenamiento jurídico. No habrá abusos, habrá la aplicación de las leyes en su justa medida, aquí hay que evaluar también los jóvenes, y todo un grupo de circunstancias como estas que hemos hablado de naturaleza, de origen, de causa.
También a lo mejor habrá que pedir alguna disculpa con alguien que en medio de toda la confusión que se arma en sucesos como este haya sido confundido, haya sido maltratado, pero yo creo también que es legítimo que una parte del pueblo, una parte importante, la mayoría de nuestro pueblo, y una parte importante de las fuerzas del orden interior, trataron de evitar estos hechos y contrarrestaron estos hechos, ¿porque si no qué hubiera pasado?, la violencia, y esto fuera lo que hubiera primado y todavía hoy estuviéramos así con la ciudad toda desordenada, pasando más cosas, agravándosenos la situación, y resquebrajando esa seguridad que la gente sienten de vivir en Cuba, de vivir en su barrio, de vivir en la comunidad. Y yo sé que hay personas, sobre todo personas de edad, abuelas, gente de barrio que están angustiadas porque haya pasado esto, algunas tal vez temerosas de que se nos vaya a desordenar la sociedad y, por supuesto, eso no va a pasar, a eso nunca les vamos a dar posibilidades y por eso hubo una actuación.
Yo creo que han tratado de interpretar como les da la gana el llamado que yo hice de los revolucionarios a tomar las calles. No es porque el concepto que la calle es para los revolucionarios sea un concepto que no incluye, lo que pasa es que en un momento como este, los revolucionarios al frente con todos los que se incluyan tienen el deber de proteger lo que es patrimonio de todos, que son esos derechos constitucionales que aprobamos con la mayoría. Y ahí están, miren (Señala) son gente de pueblo que salieron a enfrentar esos disturbios.
Entonces yo creo que también el otro saldo que nos deja esto es que nos provoca perfeccionamiento, nos provoca profundidad, nos provoca sentido crítico, la Revolución se hizo para transformar esta realidad, para llegar a todos, para abrir horizontes de superación a todos, y yo creo que todos en la Revolución, sin distinción de color de la piel, sin distinción de género, sin distinción de sexo, han tenido las posibilidades de nutrirse de todos estos horizontes. Hay que ver entonces qué nos falla, por qué hay personas como estas que llegan a estos estados y que pueden ser entonces manipuladas por una campaña que desinforma, que crea realidades virtuales que no son las que vivimos en el país, que responden a otros proyectos ajenos, a proyectos injerencistas, a proyectos desestabilizadores, y ahí hace que confluyan personas de la población delincuentes y, entonces, anexionistas.
Eso lo tenemos que atender y tenemos que cortar esas causas, y esto en medio de condiciones terriblemente adversas; pero tenemos que llegar más a esos barrios, con todas las instituciones, con todas las estructuras, con todas las organizaciones y reanimar —como yo te decía— nuestras formas de participación popular y nuestras formas de funcionamiento de las organizaciones de masa, también de las organizaciones barriales y, sobre todo, las instituciones.
Aquí todas las empresas que están en un barrio, todos los ministerios, todas las instituciones que hay en un barrio pueden ayudar a atender los problemas sociales que tenemos en cada lugar, que de hecho se hace, pero la vida nos está demostrando que lo que hemos hecho todavía es insuficiente. Por lo tanto, a lo que estoy llamando, a partir de los análisis previos y sobre la base de la autocrítica de las cosas que tenemos que superar, es a que tenemos que seguir multiplicando los sentimientos de solidaridad, de sensibilidad, de respeto y de responsabilidad social, de todo: los individuales, los familiares, los colectivos y, por supuesto, los institucionales.
Esforzarnos más, porque estoy convencido de que nos esforzamos, que hacemos, pero no solo esforzarnos más, sino concretarlo más en resultados. Ayudarnos más entre todos con todas las potencialidades que tenemos y superar nuestros desencuentros entre todos. Nosotros lo que tenemos que propiciar, aunque tengamos puntos de vistas en ocasiones diferentes sobre determinados temas o situaciones diferentes, es entre todos tratar de encontrar soluciones.
Tenemos que potenciar desde el Gobierno, con la dirección del Partido, con la participación de todos un profundo trabajo social que se apoye precisamente en eso: en la solidaridad, en la conciliación y en el compromiso por llegar a los más vulnerables, y que esas personas también en la misma medida en que se apoyan, que se les sigan dando posibilidades cambien también sus conceptos sobre la vida. O sea, es también un llamado a la paz, a la concordia entre los cubanos y al respeto, porque unos pocos por muy afectados que estén, por muchas carencias que tengan, porque sobrevaloren que su situación es peor que la de otros, no pueden atentar contra los demás que son una mayoría, no tienen derecho a atentar contra los demás, tienen derecho a expresarlo pacíficamente, tienen derecho a ir a las instituciones que tienen que atenderlos, porque también los otros, esa mayoría también tienen afectación y, sin embargo, no se comporta de esa manera vandálica y de esa manera que, como sigo insistiendo, no resuelve problemas, sino que acrecenta problemas que, entonces, de manera oportunista los aprovechan los que no quieren la solución de los problemas de ninguno, los que no tienen ningún compromiso con la superación de los problemas en nuestra sociedad. ¿Por qué?, porque esos son los que nos bloquean, ¿por qué nos bloquean?, ¿por qué no nos dejan hacer las cosas como nosotros queremos? Déjennos demostrarnos a nosotros, sin bloqueo, en igualdad de condiciones que somos incapaces, que somos inefectivos, que no podemos dar respuesta a los problemas y que las conducciones que tenemos son ilusas, ¿por qué no nos lo dejan hacer?, ¿por qué en sesenta años no nos lo han dejado hacer?, y cómo a pesar de todo hemos construido una justicia social que supera la que pueden exhibir países que se nos presentan con esta perversidad y con esta maldad.
Vamos a detenernos también un momentico en los antecedentes y qué lecturas podemos hacer, o algunas de las lecturas que podemos hacer de los antecedentes. Estaba toda esta situación, empezábamos a entrar en pico pandémico, empezaban a darse resultados que se fueron dando consecutivamente de las vacunas. El pico pandémico no ha sido un problema de Cuba nada más, el pico pandémico lo han tenido todos los países, nosotros pudimos aplazar el pico pandémico, y nosotros tenemos mejores indicadores en el enfrentamiento a la COVID-19 —como lo presenté el otro día en tablas, con datos internacionales— que, incluso, en los Estados Unidos. En los Estados Unidos hubo un pico pandémico, ¿por qué no hubo un SOS para los Estados Unidos?
Randy Alonso.- Tiene un resurgimiento ahora.
Miguel M. Díaz-Canel.- Y tiene un resurgimiento ahora. ¿Por qué no hubo SOS para los países europeos, a los cuales nosotros, incluso, mandamos brigadas médicas de apoyo? ¿Quién se ha preocupado y quién ha dado un SOS por el continente africano y por los países africanos? ¿Quién ha dado un SOS por la situación de América Latina, que es el área más afectada con la pandemia?
Tomaron a Matanzas y empezaron calentando el SOS a Matanzas, vienen los disturbios y se han olvidado del SOS de Matanzas, se apagó el SOS a Matanzas. ¿El objetivo era realmente apoyar a Matanzas o era aprovechar una situación, que es como está en los manuales, de golpe suave?, una situación que podía crear irritación, que podía crear inseguridad para entonces potenciar el descontento social, para provocar manifestaciones, para provocar choques entre fuerzas y para buscar que el país se desestabilice. La vida ha demostrado quiénes son los que se han ocupado de Matanzas.
En Matanzas, inmediatamente entrando en pandemia, ¿qué se hizo?, se envió un equipo presidido por un miembro del Secretariado del Comité Central del Partido, por un viceprimer ministro del Gobierno y por el Ministro de Salud Pública, que tiene que atender a toda Cuba, se fueron para Matanzas con un grupo de compañeros de otros organismos. Un equipo de trabajo donde estuvimos Marrero y yo, con otros compañeros, en menos de mes y medio hemos visitado Matanzas tres veces para analizar las estrategias de Matanzas. Esos equipos de trabajo son los que organizaron y pidieron las brigadas médicas que el país ha llevado a reforzar la atención primaria a Matanzas, ese equipo fue el que despejó la madera que hizo falta para fabricar las camas que faltaban en Matanzas, el que tomó las decisiones de qué escuelas, de qué centros, de qué hoteles se podían convertir en hospitales, fue ese Gobierno cubano el que ofreció soluciones para Matanzas; todo lo otro fue un pretexto y un discurso de doble rasero, una mentira, una falsedad, una calumnia, y yo te digo que cuando se trabaja con conceptos y principios como esos que ellos han planteado demuestra la perversidad, demuestra la maldad, demuestra los sentimientos ruines de las personas que defienden esas actitudes.
A uno no le quedan dudas haciendo esas lecturas y de esta manera con que han actuado, a partir de antecedentes y de realidades, es que nos quieren robar la tranquilidad, les molesta la tranquilidad ciudadana que se vive en Cuba, les molesta cómo nosotros vivimos, en medio de adversidades en comunidad; cómo hay esa gracia cubana entre todos ayudarnos con la comida, con los que tienen más necesidades en el barrio, de ayudarnos los unos a los otros, les molesta esa tranquilidad, quieren alterar esa tranquilidad para lograr sus propósitos, y para eso se han apoyado en una enorme campaña mediática.
Cuando tú vas a las redes, yo les digo que si uno no tiene convicción y si uno no tiene firmeza, se angustia, porque todo lo que han levantado de Cuba es totalmente absurdo: hay una realidad virtual en las redes y hay una realidad real en la vida de este país, sin dejar de estar conmocionada la gente ni preocupada por las cosas que han pasado; pero, sobre todo, es una campaña llena de odio. ¿Tú puedes pensar bien de alguien que llama al odio, a linchar?, pero, además, como han movido los sentimientos familiares.
Hay amigos, familiares de cubanos que viven aquí, que desde el exterior han llamado para llenarlos de insultos, para decirles que abandonen el país, cuando estos han asumido una posición contraria a eso casi que los han ofendido, llenos de mentiras. Aquí apunté algunas: dijeron que el General de Ejército se había ido para Caracas, el General de Ejército está en Cuba con las botas puestas y con el pies en el estribo, como lo ratificó en el Octavo Congreso del Partido; dijeron que desertó el Viceministro del Ministerio del Interior, otra mentira, y ahí todo eso lo arman con fotos que son mentiras. Esa foto corresponde a cuando el General de Ejército, por sus funciones como Presidente del país, visitó la XIV Cumbre del ALBA. Dicen que aquí en Cuba hay una represión total y hay miles muertos, ¿dónde están los miles de muertos?, ¿dónde están los casos de muertos en Cuba?, reconocimos que hubo un fallecido y estamos haciendo toda la investigación; que hay miles de desaparecidos en Cuba, que hay una represión absoluta. Salió una persona con un gesto totalmente grotesco en una directa diciendo: “¡Mi gente, Camagüey primera ciudad libre de Cuba, primera ciudad libertada!”, y lo que vimos hoy por la mañana en Buenos Días era un acto de reafirmación en el parque de Camagüey.
Randy Alonso.- Ayer hablamos con Camagüey en la Mesa Redonda (Risas).
Miguel M. Díaz-Canel.- Sí, la ciudad está liberada desde que triunfó la Revolución; que el Secretario del Partido en Camagüey había sido secuestrado. Miren eso: “¡caballeros, cayó Camagüey!”. Mira, mira.
Randy Alonso.- Hoy al Viceministro Primero del Ministerio del Interior lo ponían como que había dimitido, el ABC, un diario franquista español, lanzaba ese “bulo”.
Miguel M. Díaz-Canel.- Pusieron fotos de movilizaciones de la Plaza y del malecón: una era de Egipto, otra de la celebración de los argentinos de la Copa de América, mírenlas ahí (Señala), ese no es el malecón de La Habana, ese es el de Alejandría. Hay otra que ponen con los hechos de celebración en Argentina.
Randy Alonso.- En el Obelisco de Buenos Aires.
Miguel M. Díaz-Canel.- En el Obelisco de Buenos Aires, mírenlo ahí (Señala), eso no es Cuba. Y para colmo han usado las propias fotos de los revolucionarios cubanos, de los que enfrentaron los hechos, de los actos nuestros como si fueran las manifestaciones de ellos. ¡Qué calumnia, qué mentira, qué deshonra! Como se empobrece un país que apoya planes como esos, como se empobrecen también y se deshumanizan, se convierten en indignas las personas que pueden apoyar cosas como esas, para no decir de la cantidad de gente que ya nos hemos ido del país, que hemos abandonado el país. Aquí hay mucho coraje, para no decir otra cosa, en toda nuestra gente, y aquí vamos a estar —lo dije no hace mucho— hasta nuestras últimas consecuencias. Yo sí soy de los que está convencido de que por esta Revolución damos la vida, por el futuro de los cubanos y de las cubanas, por el futuro de nuestros hijos, por el futuro de nuestros nietos, porque nosotros hemos tenido un presente y también futuro en este país, independientemente de todos los sueños que no hemos podido alcanzar por toda esta política criminal en todos estos años; pero estamos convencidos también de que nosotros mismos somos los que los podemos construir y los podemos lograr.
O sea, es una campaña mediática cargada de odio, de falsas noticias, de ridículas y mentirosas imágenes llamando a hechos violentos. Yo no sé esa construcción que han hecho de que nosotros no oímos al pueblo, de que nosotros no compartimos con el pueblo, de que aquí se han reprimido manifestaciones pacíficas, no sé de donde sale; porque hay una llamada permanente a hechos violentos. Hoy estaban circulando pos donde decían cómo construir artefactos o armas para agredir, ¡artefactos o armas para agredir!, ofensas, amenazas e intimidación.
Fíjate, yo soy uno de los que ha defendido el proceso de informatización de la sociedad cubana, de la necesidad de usar Internet, pero siempre lo hemos visto con una concepción humanista, que Internet tiene que ser para fomentar la cultura, para compartir el conocimiento, para ser más cultos. Como decía el General de Ejército, lamentablemente es como las fábulas de Esopo: la lengua sirve para lo bueno y para lo malo; pero la manera en que están usando Internet en estos momentos y están usando las redes sociales, es realmente intoxicante, es enajenante, provoca muchas angustias con tantas mentiras, y creo que es una expresión de terrorismo mediático, porque se está llamando a matar, se está llamando a linchar, se está llamando a asesinar en las redes sociales, para crear inseguridad, para crear pánico, para desvirtuar.
Yo estoy totalmente maltratado en las redes sociales: yo soy un tirano, un dictador, un opresor, un asesino, un criminal. Los que me conocen saben cuán alejadas están esas cualidades que fomenta el imperio de los valores con los que uno ha crecido, los valores que me inculcó mi familia, que me inculcó la Revolución, la influencia que he recibido de mis colectivos de amigos y de mis compañeros de trabajo en todos estos años, y no estoy hablando de mí, estoy hablando de que así somos los cubanos, y así somos los revolucionarios. Entonces, cómo se puede construir con tanta perversidad una semblanza de una persona con eso. Entonces confunden a jóvenes, confunden a pobladores de esos barrios donde tenemos estos tipos de problemas, pero siempre nos queda la convicción de que podemos hacer más, de que podemos enfrentar esos problemas, de que los podemos resolver, de que los podemos superar con un trabajo profundo, y precisamente por eso, por los valores que tiene nuestro pueblo, por los valores compartidos que tiene nuestra sociedad.
Roger Waters, bajista del famoso grupo rock Pink Floyd, describió esto de una manera, yo diría, súper genial: si le interesa mi casa y no me la puede comprar es porque no se la quiero vender, ni tampoco se la quiero alquilar o arrendar.
Entonces, usted me encierra en mi casa y no me deja salir para ir al supermercado, ni a la farmacia, ni al banco, y tampoco deja que me vendan los repuestos del carro o la moto, y unido a esto me cancela las cuentas y tarjetas de crédito y de ahorro.
Al cabo de un tiempo mis familiares se van a desesperar, algunos escaparán por la ventana, y usted desde afuera empezará a vociferar que soy un inepto para conducir las riendas de mi casa y que soy un dictador, que hago sufrir a mi familia, y entonces van a comenzar a decir que el gobierno de mi casa está en crisis, y que los vecinos tendrán permiso para intervenir y echarme con el propósito de atender la crisis humanitaria de mi familia. Eso sí, nunca usted dirá que lo que le interesa es quedarse con mi casa, y que por eso fue que usted me puso a mí en esta situación tan crítica ante mi familia. Eso metafóricamente recoge lo que pretende Estados Unidos, lo que pretende el imperio, lo que pretende esta mafia cubanoamericana con todas estas acciones contra nuestro pueblo.
Creo que ya a partir de este análisis podemos decir: ¿Qué es Cuba hoy, en estas horas, en tiempo real? Hay paz en nuestras ciudades, hay paz en nuestro pueblo, seguimos funcionando, todas las estructuras están trabajando, el Gobierno está laborando. Aquí se dieron conclusiones de reuniones que sesionaron entre ayer y hoy y que no eran reuniones citadas por esta situación, eran las reuniones que correspondían ordinariamente a sesiones del Buró Político, del Secretariado del Comité Central y del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros hoy y, por lo tanto, seguimos en sesiones de trabajo, de análisis, trabajando medidas políticas, temas económicos, los que se describieron aquí y, sobre todo, reorientados con todo este análisis que hemos hecho a reanimar nuestras formas de participación social, el trabajo con los jóvenes, escucharlos como las importantes personas que son, que son conceptos que están en las prioridades, en las directrices, del Octavo Congreso del Partido, cómo fortalecemos la atención a las comunidades. Sabemos, además, que en una parte de la población hay determinadas preocupaciones con la tranquilidad social, pero esa tranquilidad social la Revolución la va a sostener, la va a garantizar, la va a defender siempre. Además de eso estamos vacunando, el lunes abrieron todos los centros de vacunación en todas las provincias y municipios que iniciaban la vacunación.
Seguimos intercambiando, seguimos escuchando, seguimos analizando propuestas, seguimos fortaleciéndonos por dentro en medio de este embate. La vida nos dice que nuestros principios son justos y que hay que defenderlos con pasión y con entereza, seguimos sacando lecciones, firmes y serenos, en función del pueblo y en función de la patria.
Creo que también es un momento de reafirmar convicciones. A colación quiero traer ideas de Fidel del año 1992, Período Especial, Fidel decía: “Los tiempos difíciles son los tiempos difíciles. En los tiempos difíciles el número de vacilantes aumenta; en los tiempos difíciles —y eso es una ley de la historia— hay quienes se confunden, hay quienes se desalientan, hay quienes se acobardan, hay quienes se reblandecen, hay quienes traicionan, hay quienes desertan. Eso pasa en todas las épocas y en todas las revoluciones. Pero también en los tiempos difíciles es cuando realmente se prueban los hombres y las mujeres; en los tiempos difíciles es cuando se prueban, realmente, los que valen algo”. Creo que la mayoría de nuestro pueblo, nuestro pueblo vale algo, vale mucho y va a actuar de esa manera: sin decepciones, sin miedo, con mucha valentía y con mucho coraje. “Los tiempos difíciles son la mejor medida de cada cual, del carácter de cada cual, del coraje y el valor de cada cual, de la conciencia de cada cual, de las virtudes de cada cual y, sobre todo, de las virtudes de un pueblo...”, y esto está en nuestro pueblo. Este es un pueblo de virtudes al que no le faltarán las virtudes patrióticas y revolucionarias, como explicaba Fidel, no le faltaron ni le faltarán jamás a ese pueblo. Creo que son palabras que podrían ser dichas hoy mismo ante esta situación y es parte de su legado visionario.
Por lo tanto, alimentando esas convicciones, estamos llamando a la paz, al entendimiento, a seguir potenciando la Revolución por su concepto de justicia, que es como ganó la Revolución. La Revolución la vamos a defender hasta las últimas consecuencias, y esa es una convicción.
Hacemos un llamado a la solidaridad, a la responsabilidad social, a la armonía, a no dejar que el odio se apropie del alma cubana y que otros introduzcan el odio en el alma cubana; el alma cubana es un alma de bondad, es un alma de solidaridad, es un alma de entrega, es un alma de cariño y es un alma de amor. No permitir que nos desunan, que nos fracturen los que no quieren lo mejor para nuestra tierra ni para nuestra nación.
Nuestros problemas se resuelven entre cubanos en la Revolución, así ha sido siempre en estos 60 años. Por lo tanto, hay que defender, asegurar y sostener nuestra tranquilidad soberana, llamando a la unidad de todo el pueblo, a la unidad de todas las familias cubanas, a la unidad de todas las instituciones con nuestra población, desarrollando esa resistencia creativa que nos da siempre potencialidades de vencer ante la adversidad; paz y tranquilidad ciudadanas, respeto, solidaridad entre compatriotas y hacia los otros necesitados del mundo, salvando a Cuba para seguir construyendo, creciendo, soñando y alcanzando la mayor prosperidad posible. Ese es nuestro mensaje para nuestro pueblo en el día de hoy.