Discurso pronunciado en la clausura del VII Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Cuba
Nacionales
Discurso pronunciado por Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, en la clausura del VII Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, en el Palacio de la Revolución, el 16 de diciembre de 2023, “Año 65 de la Revolución”.

Estudios Revolución
(Versiones Taquigráficas - Presidencia de la República)
Queridas compañeras y queridos compañeros miembros del Comité Central del Partido Comunista de Cuba;
Invitados:
Reciban ante todo el saludo y los afectos del General de Ejército Raúl Castro Ruz, líder de la Revolución Cubana, quien ha seguido todos los momentos acontecidos en este VII Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Cuba.
El 2023 ha sido otro año difícil, el enemigo sigue acechando y el heroico pueblo cubano sigue creciendo en su ejemplo de resistencia que tanta admiración provoca en muchos en el mundo.
Así lo hemos sentido al compartir con líderes mundiales en eventos internacionales impostergables por su importancia, en los cuales Cuba, representando a los países del Sur y a sí misma, demostró capacidad de convocatoria, lealtad a las más nobles causas en defensa de la soberanía de los pueblos y de su derecho al desarrollo, a la autodeterminación, a la necesidad de cambiar el actual orden económico internacional, a luchar por la paz y evitar las guerras y conflictos, a promover desde la ciencia y la innovación una acción climática que garantice preservar la especie humana, siempre ejerciendo la solidaridad y encontrando aprecio y sensibilidad hacia nuestra situación, manifestada en la aplastante votación en la Asamblea General de las Naciones Unidas en apoyo a la Resolución cubana contra el bloqueo.
La fortaleza de la política exterior de la Revolución Cubana, que se gesta día a día desde el heroísmo de nuestro pueblo, se debe a la visión fundacional de la misma por el Comandante en Jefe y a la continuidad y enriquecimiento de ella por el General de Ejército. Su fuerza y coherencia no se pueden atribuir a nadie más que no sea al pueblo cubano y a la firmeza con que defiende su independencia y soberanía.
Este desempeño también ha contribuido a enaltecer la autoridad de Cuba, a mostrar la bancarrota del aislamiento al que ha querido someternos el imperialismo y a demostrar la capacidad de acción de un país relativamente pequeño cuando verdaderamente es dueño de su destino.
Debemos reconocer que hemos contado con la confianza, el apoyo y el respeto de los miembros del Grupo de los 77 y China y que los resultados de este año consolidan la vigencia y capacidad de acción de esta agrupación.
Para ser coherentes con esa convicción, denunciamos desde este Pleno el genocidio y exterminio que contra el pueblo palestino ejerce el Estado de Israel. Pido al Pleno manifestarse en apoyo a la causa palestina (Aplausos).
Compañeras y compañeros:
El bloqueo es casi universalmente condenado y rechazado, pero sigue ahí deteniendo nuestros sueños, poniendo obstáculos, impidiendo el desarrollo y la prosperidad merecida.
El impacto en la economía y en la sociedad es muy duro: vivimos bajo las presiones e impactos del bloqueo recrudecido, los efectos de los errores cometidos y la ocurrencia de fenómenos negativos que se manifiestan en determinados ámbitos de la sociedad. Pero no nos podemos abrumar, ni agobiar, desunir y desmovilizar; por el contrario, todos constituyen desafíos que tenemos que enfrentar y superar con decisión y firmeza, con inteligencia e integralidad, con optimismo y confianza, con sensibilidad, con toda la fuerza que engendra la unidad, compartiendo esfuerzos y aportes entre todos en medio de un contexto adverso, pero con confianza en la victoria –como manifestaron aquí Liván y Yoerkys–, seguros de que vamos a superar los desafíos con trabajo, talento y creatividad propios, o sea, con resistencia creativa.
La rectificación de lo que no está bien hecho es un proceso consustancial a la Revolución y al socialismo de manera sistemática y no bajo los signos de una campaña coyuntural, lo que ha estado siempre en el ideario del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz y del General de Ejército Raúl Castro Ruz; para ellos la corrección oportuna de cualquier situación que pudiese comprometer el futuro de la Revolución y la construcción socialista es imprescindible.
En el año 2000 el propio Fidel nos exhortó a cambiar todo lo que debiera ser cambiado, con sentido del momento histórico, y cinco años después, en el 2005, nos alertaba desde la Universidad de La Habana de que la Revolución la podríamos destruir nosotros mismos si no corregíamos los propios errores y desviaciones. Se trata de un pensamiento consolidado desde hace varios años.
En 1986 el Comandante en Jefe había impulsado un profundo proceso de rectificación de errores y tendencias negativas que no pudo concluir por el inicio del Periodo Especial, momento en que el país debió enfocarse en encarar esa difícil etapa para salvar las conquistas de la Revolución y el socialismo. Sus ideas sobre la importancia de la rectificación constante dentro del proceso revolucionario han trascendido en el tiempo.
Por su parte, el General de Ejército también ha hecho importantes llamados de atención sobre distorsiones en nuestro proceso y sociedad. Sus referencias al combate a la corrupción, la chapucería y las indisciplinas sociales tienen plena vigencia en las circunstancias actuales.
Siguiendo estos preceptos resulta una tarea de primer orden para los comunistas y los revolucionarios cubanos la observancia crítica y el combate firme de todo aquello que por cualquier causa pueda comprometer la construcción del socialismo. En esa discusión propongo que nos centremos cuando, iniciado el año, se realicen los balances de las actividades, programas, proyectos y se planteen las prioridades bajo los siguientes conceptos en todas las entidades de nuestra sociedad:
Corregir todo lo que se aparte del espíritu de la Revolución, encontrar fórmulas para superar los errores a partir de la eliminación de las causas, buscar soluciones nuevas para los problemas que nos retan, crear y abrir cauces y brechas para hacer frente a los problemas cuando menos divisas tenemos, promover el desarrollo, transformar en realizaciones y en hechos que se traduzcan en riquezas materiales para beneficio de todo el pueblo y la nación.
Tener en cuenta que la construcción del socialismo y del comunismo es esencialmente una tarea política y una tarea revolucionaria que tiene que ser fruto del desarrollo de la conciencia y la educación del hombre para el socialismo y para el comunismo.
Es el trabajo político, el trabajo revolucionario, el sentido de la responsabilidad de los cuadros lo que puede hacer posible la eficiencia en este sentido.
Haré algunos comentarios sobre los debates de este Pleno.
Ha sido una reunión buena e importante. Importante por su carácter estratégico, aquí discutimos los problemas fundamentales del país en este momento; y buena porque se ha discutido sin complacencia y con un aprovechamiento bastante óptimo del tiempo.
Esa es una lección del General de Ejército, quien ha insistido siempre en la importancia de ser eficaces también en el trabajo del Partido, con aprovechamiento máximo del tiempo, evitando perdernos en disertaciones que no aportan sino que retrasan soluciones.
El Partido está enfrascado en promover métodos y estilos de trabajo que, sin ser perfectos, muestran aprendizajes y resultados. Creo que gracias a esos aprendizajes el municipio va alcanzando el protagonismo que necesita y le debemos, y también aparecen iniciativas y acciones en algunos territorios que deberán generalizarse donde sea posible.
Entre muchos criterios que nos ha aportado la discusión en este Pleno quiero detenerme en una frase del compañero Tapia: “lo más importante es que llegue la comida al plato de nuestra gente”.
Durante estos dos días hemos hablado de esfuerzos que todavía no se traducen en soluciones de medidas que no fructificaron y de pronósticos que no se cumplieron.
¿Por qué podemos desarrollar una inversión de la envergadura del Trasvase Este-Oeste del municipio de Mayarí, en Holguín, y no logramos que esa inversión se traduzca en mayor producción de alimentos? No olvidemos nunca que lo que el pueblo espera son resultados, y a cada uno de nosotros, mujeres y hombres del Partido que también somos del pueblo, nos corresponde eso que tan gráficamente definía Tapia en buen cubano: poner comida en el plato de la gente, y no solo eso, sino mucho más.
Este Pleno se ha distinguido por intervenciones críticas y autocríticas; pero es tanto el esfuerzo que reclama de los cuadros el momento actual, que a la hora del recuento todavía damos algún espacio al elogio aunque no haya resultados para respaldarlo.
Sé lo que significa un reconocimiento a lo mucho o lo poco que se pueda hacer, envueltos, como andamos, en una maraña de carencias y dificultades que a veces no nos dejan ver y avanzar todo lo que aspiramos.
Podemos explicarlo una y otra vez, pero lo que el pueblo quiere y merece saber es cuán conscientes somos de los problemas que no están resueltos por ineficiencias de las estructuras, de las instituciones, de las administraciones, de las entidades y del trabajo de los cuadros y funcionarios. Por eso es importante esta reunión, pero aún no podemos sentir satisfacción y quizás nunca la sintamos. La insatisfacción es un motor que mueve las energías revolucionarias porque sacude la vergüenza; es lo que aprendimos de Fidel, de Raúl y de sus compañeros que nos acompañan, aunque hace muchos años que ganaron el derecho al elogio y al descanso, y aquí están.
Otro aprendizaje importante, que citaba aquí la compañera Susely, es el de caminar con el pueblo y entre el pueblo, ir a los problemas y meternos en los problemas, como nos metemos en los barrios, solo con ellos y entre ellos se logra activar a plenitud la participación sin la cual no es posible el socialismo, porque ese sigue siendo el camino elegido.
Lo explicado por Colina demuestra que lo que se atiende con intencionalidad se transforma, cambia y contrasta con lo que sucede en aquellos escenarios donde no se actúa de esa manera.
Las vivencias de los recorridos por las provincias, compartiendo con los que no pierden las esperanzas y se afanan por dar solución a cualquier problemática, nos acumula un grupo de buenas experiencias que debemos empeñarnos en que se transformen de excepciones en reglas.
Tenemos la urgencia de multiplicar las mejores experiencias aportadas por el trabajo creador, el empeño y la inteligencia de colectivos de trabajadores cubanos que, sin detenerse, logran en mucho atenuar y superar los efectos del bloqueo. Así lo hacen, como lo explicó Marydé, los trabajadores del sector azucarero en Cienfuegos, o las experiencias relatadas por David, o la siembra de alimentos y toda la campaña de promoción del trabajo revolucionario que explicó Monteagudo en Santiago de Cuba.
A la luz de las transformaciones que demanda la situación económica se han revisado y actualizado los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, y el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta 2030.
Un grupo de trabajo coordinado por el Ministerio de Economía y Planificación procesó más de 68 000 propuestas. Como resultado se modifican 36 Lineamientos, se añaden 15 y se eliminan 3, todo lo cual ya fue explicado y publicado por nuestros medios; nos queda ahora seguir implementando de manera eficiente y efectiva 213 Lineamientos.
Con la crudeza que el momento demanda, Alejandro Gil reconoció que las medidas adoptadas para contener la inflación no han sido efectivas; para enfrentar ese y otros complejos problemas asociados a la macroeconomía se diseñan acciones que deberán ponerse en práctica en el año 2024.
La pregunta que a diario nos formulamos es: ¿Qué vamos a hacer y cómo lo vamos a hacer?
Muchos encuentran respuestas en medidas que tienen contradicciones y riesgos, otros achacan los problemas a insuficiencias y demoras; todos tenemos un poco de razón y nadie tiene la verdad absoluta. Cada medida necesita una determinada cantidad de divisas, que no generamos, para su implementación; cada una de ellas mueve varias variables económicas muy interrelacionadas que pueden alterar aún más la inflación y afectarían indicadores de la calidad de vida de la población si no se conducen adecuadamente. Ante todo, la fórmula es trabajar, producir con eficiencia, crear riquezas para distribuir con justicia social. ¡Ese es el socialismo!
Sobre esto se ha elaborado, pensado y repensado, hemos analizado errores, impactos de medidas, los estragos de la política imperialista de bloqueo recrudecido y, sobre todo, nuestras capacidades y potencialidades no aprovechadas al máximo. Hemos llegado a determinadas conclusiones de qué hacer, cómo hacerlo y en qué momento hacerlo.
En el debate de este Pleno, en la tarde de ayer, se presentaron por el Primer Ministro las valoraciones y las medidas que después de una construcción colectiva, con la participación de dirigentes, expertos economistas y sociólogos hemos decidido implementar luego de que se sometan a consideración de la Asamblea Nacional del Poder Popularla próxima semana.
Ninguna resuelve por sí sola nuestros desafíos, todas en su conjunto pueden en un primer momento acrecentar determinadas problemáticas; pero el reto es aplicarlas organizadamente, evaluando sus impactos en cada momento, ajustando y rectificando sistemáticamente y preservando siempre un tratamiento diferenciado para los que pueden ser más afectados: me refiero a familias o personas en situación de vulnerabilidad, a niños, adolescentes y jóvenes, a personas de la tercera edad, jubilados y pensionados, entre otros, evitando así incrementar desigualdades sociales y cumpliendo el principio socialista de que nadie quede desamparado.
Ellas y otras que las complementarán deben, en el mediano plazo, ir ordenando los indicadores macroeconómicos y poniéndonos en una mejor situación para que en el año 2024 avancemos y abramos puertas a la esperanza y a la prosperidad que debemos consolidar en los próximos años, bajo las siguientes convicciones: mantener la decisión de lucha presente en nuestras tradiciones históricas, la convicción de que siempre hemos podido vencer las dificultades por muy insuperables que hayan parecido, y la energía y el compromiso que emanan de la actitud heroica de nuestro pueblo.
Marrero lo dijo claramente: Trabajamos en un escenario de economía de guerra.Con decisiones consensuadas, con trabajo colectivo, con pasión y energía, todos estamos convocados a revertir la actual situación.
Si cada medida de los enemigos declarados de la independencia de Cuba es una bomba silenciosa que busca derribar los muros de nuestra resistencia, cada respuesta de Cuba debe estar orientada a desactivarlas una a una con el talento y la dignidad de los cubanos.
Nos estaríamos rindiendo de antemano si vemos esa guerra como una desgracia insuperable. Debemos verla como la vieron en sus respectivos tiempos los próceres y los líderes históricos, como la oportunidad de crecernos y superarnos a nosotros mismos mientras el adversario queda desnudo en su maldad ante el mundo.
Hoy hablamos del trabajo político-ideológico que resulta central o transversal, como se dice ahora, a todos los demás temas. Como dijo Morales y reiteró Elier, el trabajo ideológico tiene que generar emociones y sentimientos, pero lo tenemos que hacer para generaciones que se comunican con códigos diferentes.
Es excelente el diagnóstico, pero, honestamente, en el tema ideológico no terminamos de trascenderlo. Obras más que palabras: un proceso de tanta riqueza espiritual como la Revolución Cubana, que durante décadas ha sido contado y cantado de forma deslumbrante, precisa recuperar el aliento mítico de sus trascendentales hechos, pero con lenguaje actualizado. Eso, por supuesto, no se da por generación espontánea; se necesitan estímulos que activen proyectos en manos de creadores, con el apoyo material y moral que llevan las creaciones artísticas e intelectuales al nivel del desarrollo de la conciencia social que exhibe Cuba.
El heroísmo de Girón se hizo música y canto con el Grupo de Experimentación Sonora a pedido de sus fundadores en el ICAIC. Haydeé Santamaría desde Casa de las Américas impulsó las mejores obras de canto a los héroes del Moncada y a José Martí, como antes y después la alfabetización, la lucha contra bandidos, la labor de nuestros Órganos de la Seguridad del Estado o de la Policía encontraron expresiones que aún estremecen en series, películas y todo tipo de creación artística.
El desafío ahora es hacer que estremezca a las nuevas generaciones, como aquellas obras estremecieron y comprometieron a nuestra generación hasta los días que corren.
No olvidemos que fue en un congreso del Partido, en el momento más difícil e incierto de la Revolución, que una canción como El Necio se convirtió en el himno de la resistencia que después acompañaría a Los Cinco en sus prisiones, y aún hoy un joven combatiente del espacio digital lo ha tomado como identidad de su perfil en redes.
Desarrollemos entonces las fuerzas productivas y también las fuerzas espirituales de la nación cubana, esas que generan emociones, apasionan, comprometen, nos asientan en nuestras raíces históricas y culturales, acrecientan los valores patrióticos, revolucionarios, humanistas y afianzan las convicciones revolucionarias y, sobre todo, el orgullo de ser cubanas y cubanos. Así avanzaremos en el Programa para el Adelanto de las Mujeres y en la eliminación de la violencia de género, profundizando la emancipación de las cubanas.
No voy a extenderme mucho más, creo que Morales, Gil y Marrero fueron muy precisos al describir el momento actual y los nuevos desafíos que nos esperan. Todas las intervenciones posteriores complementaron con argumentos los informes presentados.
En unos pocos días estará sesionando la Asamblea Nacional, nos esperan nuevos análisis y más debates relacionados con las decisiones aquí anunciadas, y ampliaremos nuestros argumentos sobre diversos temas.
Compañeras y compañeros de luchas y batallas:
En vísperas del Aniversario 65 de la Revolución Cubana, su dirigencia política, su militancia comunista, sus hijos patriotas y revolucionarios estamos convocados a actuar juntos por un objetivo común: ¡salvar la patria, la Revolución, el socialismo y vencer!
La concepción de planes por nuevos actores de la contrarrevolución externa, que propugnan la ejecución de hechos violentos como vía para derrocar a la Revolución Cubana, provienen de mentes enfermas, desesperadas e impotentes que pretenden aprovechar las dificultades que confrontamos para sembrar la desesperanza y el desánimo en nuestra población.
Estos elementos se sienten alentados por la política de asfixia económica, subversión y hostilidad que han sido rasgos característicos del diseño estratégico concebido por el Gobierno de Estados Unidos contra Cuba.
Desde aquí lo decimos: que los terroristas, mercenarios, saboteadores y contrarrevolucionarios asociados a esa política imperial no esperen magnanimidad ni generosidad de la Revolución.¡Se les aplicará el fuerte peso de la ley revolucionaria!
Nuestro pueblo está educado en valores, no solo para librar batallas económicas, sino también en el terreno de la lucha contra el terrorismo y contra los que pretendan subvertir el orden en el país, pues constituye un legado de nuestros líderes históricos que seguiremos esgrimiendo como bandera.
Sesenta y cinco años de lucha heroica frente al bloqueo, guerras económicas, subversión, amenazas, sabotajes y acciones violentas no debilitan, por el contrario, fortalecen el espíritu revolucionario del pueblo.
Recordemos a José Martí, inspirador y guía de la Generación de su Centenario que trajo hasta aquí la Revolución victoriosa cuyas banderas hoy nos honra levantar. Escribió Martí: “A un plan obedece nuestro enemigo: el [plan] de enconarnos, dispersarnos, dividirnos, ahogarnos. Por eso obedecemos nosotros a otro plan: enseñarnos en toda nuestra altura, apretarnos, juntarnos, burlarlo (...). Plan contra plan. Sin plan de resistencia no se puede vencer un plan de ataque”. ¡Y todos nosotros juntos, con nuestro pueblo, lo haremos!
¡Patria o Muerte!
¡Venceremos! (Exclamaciones de: “¡Venceremos!”)
¡Viva Cuba Libre!(Exclamaciones de: “¡Viva!”)
(Ovación.)