En el corazón de la resistencia cubana, están los trabajadores
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«Cuando estamos diciendo que confiamos en el pueblo, estamos también confiando en particular en nuestros trabajadores», compartió esa certeza, en la mañana de este viernes, el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, durante las palabras conclusivas del CXIII Pleno del Consejo Nacional de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC).
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«Cuando estamos diciendo que confiamos en el pueblo, estamos también confiando en particular en nuestros trabajadores», compartió esa certeza, en la mañana de este viernes, el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, durante las palabras conclusivas del CXIII Pleno del Consejo Nacional de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC).

Hacia el final de un encuentro donde emergieron la naturalidad y franqueza típicas de quienes luchan por crear un mundo más emancipado, de quienes se han forjado a pie de surco, o en un puerto, o el universo fabril, o en tantos espacios de un país batallador, el Jefe de Estado fue rotundo: «Vamos a confiar siempre en esos trabajadores, y vamos a confiar siempre en ese pueblo; porque con esos trabajadores, con ese pueblo, con la actitud de ellos es que Cuba ganó, Cuba ganó en las elecciones; y con ese pueblo y con esos trabajadores, Cuba va a seguir ganando».

Fue una reunión de diálogos entre los trabajadores y la dirección del país. En más de un momento se suscitaron conversaciones entre dirigentes sindicales y el Presidente, en un estilo de total sinceridad, en análisis siempre encaminados a miradas integrales sobre diversos temas que están moviendo la vida del país.

Que el Sindicato tenga voz propia, que siempre sea una organización propositiva en pos de una Cuba superior; en ese tono el miembro del Buró Político y Secretario General de la CTC, Ulises Guilarte de Nacimiento, hizo alusión al contenido del Informe al CXIII Pleno —en manos de todos los delegados— sobre la gestión del Secretariado de la organización.

El texto, sus esencias, fueron el punto de partida para numerosas intervenciones en una jornada que también contó desde la presidencia con el Miembro del Buró Político y Secretario de Organización del Comité Central del Partido Comunista, Roberto Morales Ojeda; así como con el viceprimer ministro y titular de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, y otros dirigentes de la Revolución.

Guilarte recordó que la jornada de este viernes estuvo precedida de intercambios, a lo largo de Cuba, sobre cómo la CTC puede tributar más a la eficiencia de la economía cubana, entre otros temas. El Informe del CXIII Pleno, como apuntó el Secretario General de la CTC, también hacía referencia a la vida interna de la organización de los trabajadores.

¿Quién mejor que los obreros, dijo, para empujar un país, para destrabar todo lo que entorpece el desarrollo de la sociedad? «Tenemos muchos problemas pero también tenemos luces», expresó el dirigente sindical en cuanto a la capacidad que tiene el gremio para ofrecer muchas soluciones en la Cuba de hoy.

El debate, hecho con criterios de mujeres y hombres valientes y muy consagrados, tocó aristas como la producción de alimentos, la necesaria responsabilidad social de una empresa; el sentido de una Revolución que existe y debe existir para todos; el valor de la eficiencia; el tesoro que la ciencia entraña para espacios como el agrícola; la trascendencia de cuidar las fuerzas de trabajo; la preparación de los dirigentes sindicales; y la calidad en cuanta obra se emprenda.

Sin paños tibios hablaron representantes de universos donde se producen alimentos, o desde donde se garantiza el mantenimiento del sistema eléctrico del país, o desde el sector no estatal, o desde Antillana de Acero, o del puerto de La Habana, o del mundo del Comercio y la Gastronomía.

Luego de una reflexión colectiva, el Miembro del Buró Político Roberto Morales Ojeda hizo referencia a las dos dimensiones en las cuales la Cuba de hoy está desafiada: la económico-social, y la político-ideológica. Sobre lo vivido por la Isla este 26 de marzo, expresó: «Cuba ganó precisamente por este heroico pueblo», dentro del cual, dijo, está el movimiento obrero.

Morales Ojeda destacó que resulta imprescindible poner una mirada sistemática en el funcionamiento de la CTC; y eso significa, explicó, atender la labor de los cuadros y su capacidad para conducir la organización. Las asambleas de afiliados, apuntó, deben ser conducidas por compañeras y compañeros que tengan una verdadera preparación.

Sobre las reuniones de los afiliados, Ojeda enfatizó que ese debe ser el momento ideal para discutir sobre el cumplimiento de los planes. Y más adelante destacó el valor de la innovación para dar solución a los problemas de los colectivos.

En lo referente a dar la batalla contra las indisciplinas, el delito y las ilegalidades, Morales Ojeda habló de enfrentar con toda fuerza esos flagelos que tanto daño le hacen al país, a la Revolución, a la sociedad; y aseveró: «Hay que escuchar todas las preocupaciones de los trabajadores, y buscar la manera de que cada preocupación dada en las asambleas de afiliados tenga una respuesta. No puede ser que una preocupación caiga en saco roto».

Sobre el sector no estatal de la economía, valoró que ese espacio es decisivo, en tanto creciente. Subrayó la importancia del número de afiliados dentro de ese universo, y que sus artífices estén conectados con la sociedad en su conjunto. «Tengo la total confianza, afirmó, en que la CTC contribuirá a que este 2023 sea un año mejor».

El CXIII Pleno del Consejo Nacional de la CTC resultó momento propicio para dar a conocer la convocatoria de la organización con vistas a una masiva jornada de movilización para celebrar el Día Internacional de los Trabajadores. Dicha celebración estará presidida por el lema: «A la Patria, Manos y corazón».

Al leer la convocatoria, Ulises Guilarte expresó: «Conmemoraremos el Primero de Mayo en medio de la guerra económica más prolongada contra Cuba, recrudecida y multidimensional que se haya conocido».

«Esta jornada —añadió— estará caracterizada por la búsqueda constante de soluciones a todo cuanto aporte eficiencia para alcanzar un superior desempeño de la economía; el aprovechamiento máximo de las reservas productivas; la recuperación de las capacidades del plantel industrial y la creación de bienes y servicios, fundamentalmente los destinados a la alimentación del pueblo, con el propósito de disminuir las importaciones y potenciar nuevos renglones exportables.

«Al mismo tiempo se promoverán acciones de enfrentamiento a los altos y especulativos precios que impactan de manera directa en la pérdida de la capacidad de compra de los salarios y pensiones.

«La fiesta del proletariado mundial la dedicaremos a la heroicidad del pueblo cubano, al papel y compromiso de los trabajadores en continuar consolidando el Modelo Económico-Social de Desarrollo Socialista que estamos construyendo».

Foto: Estudios Revolucion

Una victoria para perfeccionar el trabajo

A las elecciones nacionales, a lo que han significado para Cuba dedicó el Presidente Díaz-Canel sus primeras reflexiones de las palabras conclusivas. Habló de cuánto ellas entrañan en cuanto a victoria del pueblo.

«En la significación de esta victoria, dijo, creo que tenemos que tener en cuenta primero las condiciones de contexto electoral en que desarrollamos las elecciones, el apoyo y confianza mayoritaria de nuestro pueblo en el sistema electoral cubano, y la transparencia y la fortaleza que ofrece nuestro sistema electoral».

El dignatario apuntó que «estas elecciones se desarrollaron en una situación de extrema complejidad en el país». Todos conocemos, dijo, los efectos que ha tenido el recrudecimiento del bloqueo; el que se nos haya incluido en la lista de países terroristas; vivir la acumulación de problemas en el país —«que no ha sido posible atenuarlos en estas condiciones»—; sumado a los efectos que tuvo la pandemia.

En medio de una situación compleja —recalcó el mandatario— «nuestro pueblo da realmente una respuesta de firmeza, una respuesta de ratificación a su compromiso con la Revolución, que es también una respuesta de comprensión de la situación actual, de cuáles son las verdaderas causas de la situación actual, y con esto está expresando un apoyo mayoritario a la Revolución; que no lo podemos ver de manera contemplativa: hay un apoyo mayoritario pero también el pueblo está pidiendo que se le represente de una manera efectiva, que se debatan sus problemas y encontremos soluciones también a esos problemas; y todo esto se ha desarrollado con una enorme transparencia».

En cuanto a quienes suelen poner en entredicho la calidad del proceso electoral, el Jefe de Estado dijo que «no han podido tomar ni una evidencia de una irregularidad en el proceso: este es un proceso totalmente transparente», en el cual, como también apuntó, «tuvo mucha importancia el recorrido que hicieron los candidatos a diputados, en contacto con el pueblo, porque estos no fueron encuentros solo para convocar al voto, para reconocer la candidatura, para apoyar esa candidatura y para defender la estrategia del voto. Tuvieron ese contenido, pero fueron realmente encuentros donde la población planteó sus problemas, planteó sus preocupaciones, planteó lo que esperaba de los diputados».

Lo anterior, subrayó Díaz-Canel, «también ha perfilado todo un grupo de ideas de cuánto hay que perfeccionar en el trabajo de la Asamblea Nacional; cuánto hay que perfeccionar en el trabajo de la próxima legislatura, en el vínculo de los diputados con los electores». Lo anterior, analizó el dignatario, habla de cuánto hay que hacer en el trabajo del gobierno volcado hacia los municipios, y cuánto hay que perfeccionar también el trabajo de todo el sistema político, de todas las organizaciones de masas, de todas las instituciones estatales en función del vínculo con la población.

El Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista aseveró: «Lo más significativo de esta victoria, quien puso el aporte principal, quien fue el protagonista principal de esta victoria, es nuestro heroico pueblo». Un pueblo, enfatizó, que «hoy tiene que vivir en una situación compleja de desabastecimiento, donde el salario no alcanza para la vida, donde hay todas estas situaciones de problemáticas de pago como plantearon los compañeros del puerto, o donde se están planteando soluciones para ver cómo encontramos en el menor tiempo posible posibilidades de abastecer en bienes y servicios las principales necesidades de la población».

Estas horas fueron descritas por el mandatario como de «cerrar filas alrededor de la Revolución, donde hay que defender la alternativa que tenemos —que es la construcción socialista basada en el trabajo y en el ejemplo para solucionar los problemas—»; momento, dijo, de subordinar el interés personal al «interés social, al interés de país»; de defender «con garras al país; y logramos resultados como estos».

Este proceso, afirmó, «nos ha traído aprendizaje, y el aprendizaje también está alrededor de eso, de cómo tenemos que perfeccionar los vínculos con la población».

Seguidamente el Presidente cubano habló de perfeccionar definitivamente el trabajo de los municipios; de consolidar los sistemas productivos a nivel local, a nivel municipal; de que «los mejores cuadros tienen que estar en el municipio, que es donde está la dinámica fundamental, la más exigente, es donde están los problemas, es el escenario natural de los problemas y de las soluciones que hay que encontrar».

Tiene que haber sistemas de trabajo —hizo hincapié el dignatario— «que sean más participativos, que sean más integrales, que den otra dinámica que permita también afianzar en nuestro pueblo una visión de más seguridad, de menos incomprensión, y de menos insatisfacción con lo que se trata de hacer».

Respeto, y calidad en los servicios

Especial espacio en sus ideas dedicó Díaz-Canel a la importancia de tratar con respeto a las personas. Al respecto enfatizó que el maltrato «no puede ser la manera en que nos tratemos en nuestra sociedad, ni puede ser la manera pasiva en que nosotros veamos ese abuso y ese desprecio hacia alguien (por ejemplo) que hoy está jubilado y que le aportó horas de toda de su vida a la Revolución».

Una cosa, enfatizó, «es que haya problemáticas materiales; y otra es que perdamos los sentimientos, que perdamos las emociones, que se nos rasgue el tejido espiritual de la sociedad. Yo creo que en situaciones tan complejas tenemos que llamar a eso: no nos molestemos los unos a los otros, sino que cada vez nos apoyemos más los unos a los otros. Ser menos egoístas, ser un poquito mejores, ser más humanos, apoyarnos más».

En ese orden de cosas, dijo el mandatario, habrá que debatir mucho, «y buscar todas las alternativas por las cuales nosotros podamos ofertar un mejor servicio a la población, de una manera legal, donde esos bienes y servicios provengan fundamentalmente del trabajo creador, donde esos bienes y servicios permitan aprovechar capacidades que tenemos disponibles, y que las estrategias sean las más adecuadas posible».

Nosotros, dijo, «no podemos renunciar a la calidad de los servicios, y puede haber problemas de falta de medicamentos, puede haber problemas de falta de abastecimientos, pero nosotros tenemos que lograr que con lo que tenemos la calidad de los servicios médicos, de los servicios educacionales, de las ofertas culturales, de las ofertas recreativas, de la asistencia social, de donde quiera que se haga un trámite a la población», vayan acompañados de un buen trato, y de calidad en el servicio.  

«Generalmente tenemos el mal hábito —reflexionó— de que todos nos quejamos de qué hacen los demás, y no nos quejamos de lo que nosotros hacemos mal hacia los demás; y yo creo que ahí tenemos que fomentar un pensamiento crítico y una cultura de trabajo, y también en beneficio de todos».

Foto: Estudios Revolucion

Seguimiento a los problemas, y enfrentamiento a ellos

El seguimiento a los problemas de la población fue otro tema abordado por el Jefe de Estado. Al respecto, enunció que hoy los principales planteamientos tienen que ver, además de con los alimentos, con los servicios del transporte, con la disponibilidad de viviendas, y con la situación del agua.

El trabajo con los jóvenes, no desde el punto de vista paternalista sino viendo la manera en que ellos participan cada vez más en todos los procesos de nuestra sociedad fue otro asunto sobre el cual disertó el mandatario, quien expresó algo ya dicho por él en otras ocasiones: los jóvenes deben ser tratados como las «tan importantes persona que son en nuestra sociedad».

Hay que seguir insistiendo —reflexionó en otro momento— «en la transformación social para poder atender las problemáticas de vulnerabilidad que podemos tener en algunas personas, en algunas familias y en algunas comunidades, y también para ir atenuando las desigualdades que desde el período especial se nos han ido fomentando en la sociedad».

Igualmente hizo alusión a la necesidad de «enfrentar cualquier tipo de discriminación y en particular la violencia contra las mujeres». Alertó que hay violencia, en el entorno familiar, contra la mujer, pero que a veces hay violencia contra ella en el entorno laboral, y que «tenemos que defender a las mujeres en el entorno laboral, desde el movimiento sindical».

Un enfrentamiento más resuelto y sobre todo más efectivo y eficaz a las manifestaciones de corrupción, delitos, ilegalidades e indisciplina social; el fomento de los proyectos de desarrollo local que también revitaliza la actividad económica, la actividad social en los territorios; llevar adelante el programa contra la «colonización cultural que de manera hegemónica trata de imponer el imperio para apartar a la población de los sentimientos de identidad cultural». Sobre tales aristas también se expresó el mandatario.

Ejército del pueblo

Uno de los puntos en la agenda del CXIII Pleno del Consejo Nacional de la CTC fue la rendición de cuentas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) a los trabajadores cubanos. Sobre ese momento, el Jefe de Estado reflexionó que «nuestro ejército es un ejército del pueblo, porque nació del pueblo». En su opinión, es un «ejercicio sumamente democrático, genuino, auténtico, original», que un ministerio como el de las Fuerzas Armadas rinda cuentas.

Lo puede hacer, dijo, por el prestigio que tiene esta institución, por la eficiencia con que ha trabajado este ministerio que tiene el legado de Fidel y del General de Ejército Raúl Castro Ruz: «No hay tarea compleja de la economía, de la sociedad, o momento donde tengamos que enfrentar una situación difícil, donde las FAR y el Ministerio del Interior (Minint) no estén participando de manera decisiva».

Lo debatido por los trabajadores

A propósito de los principales planteamientos de los trabajadores, y que recoge el Informe, el Presidente Díaz-Canel compartió reflexiones; entre ellas, la que tiene que ver con que sean ellos verdaderos protagonistas en cada escenario: que no asuman el plan, dijo, como que ese es el plan, sino que participen, den ideas, contradigan el plan donde no estén de acuerdo, y sobre todo que propongan cómo van a solucionar el problema.

«Para satisfacción nuestra —expresó el Presidente cubano sobre los principales planteamientos— la mayoría de las cosas que están ahí las estamos analizando y hay algunas que están aprobadas, que se están dando a conocer o se están implementando». El Jefe de Estado afirmó que la dirección del país no está cerrada a ningunos de los análisis, «lo que sí hacemos los análisis totalmente integrales, para que en verdad nada de lo que aprobemos nos cree más contradicción».

El redimensionamiento empresarial fue motivo de otras reflexiones del mandatario. Y en lo que concierne a participación habló de «lograr definitivamente desde la actividad sindical, desde el movimiento obrero, con el papel que ustedes juegan en los consejos de dirección de las empresas, y también de las unidades presupuestadas, que el ejercicio de dirección de una entidad estatal sea totalmente colectivo y cuente con la participación activa de los trabajadores en la toma de decisiones».

Hay mucho talento entre nuestros trabajadores, afirmó Díaz-Canel; y hacia el final de su intervención hizo hincapié en el valor de la creatividad, esa premisa que en su opinión hace la diferencia entre las empresas que son exitosas, y las que no. 

«Entonces, afirmó, no nos demoremos más en lograr que lo que tenemos hoy identificado como buenas soluciones, como buenas prácticas, como desarrollo robusto para enfrentar los problemas, se nos convierta en regla».