Cuba, una segunda Patria
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A las puertas, como quien dice, de la XVII Cumbre de los BRICS, el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, sostuvo un emotivo encuentro con intelectuales brasileños. Una idea marcó el espíritu de esa confluencia: la certeza de que, por la causa libertaria de la Isla, y por las mejores causas de la humanidad, vale la pena batallar toda una vida.

Alejandro Azcuy
RÍO DE JANEIRO.-En el salón confluyeron muchos de los que han estampado sus firmas en un manifiesto en contra del bloqueo imperial que castiga a Cuba, y en contra de la bochornosa lista de países que supuestamente patrocinan el terrorismo. Entre los amigos latían largas historias de amor por el ejemplo de la Isla: Era un ejército lo que había en el salón.
Así es cuando mujeres y hombres de pensamiento humanista se encuentran, comparten ideas y dejan ver sus emociones. Y fue con ese ejército poderoso y sensible, de intelectuales, que el Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, sostuvo un encuentro en la mañana de este domingo, como parte de su visita a Río de Janeiro, y horas antes del inicio de la XVII Cumbre de los BRICS.
Quisimos tener este encuentro con representantes de la rica cultura brasileña, con pensadores, con teólogos, con artistas, con representantes de proyectos locales y comunitarios, expresó el Jefe de Estado, quien compartió su convicción de que, tanto Cuba como Brasil, son pueblos “con mucha cultura y con mucha historia”.

“Compartimos la defensa de las causas, compartimos las inquietudes que tenemos porque el mundo sea mejor, compartimos todo ese tiempo de sus vidas que ustedes dedican a la solidaridad con Cuba”, dijo el dignatario al grupo de intelectuales brasileños, a quienes también expresó que “hoy estamos compartiendo una batalla contra la plataforma de colonización cultural que el imperio yanqui nos quiere imponer”.
Es un plataforma -argumentó- que está bien diseñada, que tiene mucho dinero, y en la cual participan cientos de centros de investigación, de pensamiento, los cuales son financiados por el Gobierno de los Estados Unidos -algunos funcionan con fondos públicos, y otros con fondos cuyos montos se desconocen-.
“Y les digo que estamos juntos en esta batalla porque es ante todo cultural, es una batalla simbólica, y la tenemos que defender desde la unidad en la diversidad, con mucha coherencia, con mucha inteligencia, con mucha insistencia”, afirmó el Jefe de Estado, quien compartió con los pensadores de izquierda esta convicción: “Creo que del lado nuestro, en esta batalla, están la razón, la cultura, los sentimientos enaltecedores”.
Es una batalla que tiene -y así lo enunció el dignatario- a las redes digitales como trincheras. Y en cuanto a las redes, comentó que esas solo serán sociales cuando los contenidos emancipadores logren abrirse paso en ellas.
Como lamentablemente la humanidad olvida verdades importantes, la guerra -y así lo decía el Presidente cubano- también es por defender la memoria histórica, esa dimensión donde “están las respuestas” a los desafíos del presente.
Por su parte Rodrigo Neves, alcalde de Niterói, quiso agradecer al Presidente Díaz-Canel Bermúdez por sus explicaciones, y porque esas palabras “nos animan en la lucha por todo lo que Cuba representó y representa en justicia social y en solidaridad”.
El político brasileño hizo referencia al programa cubano del Médico de la Familia, idea fidelista que actualmente, dijo, constituye una referencia para Brasil, y muy especialmente para su demarcación. Neves invitó al Jefe de Estado para que, cuando el tiempo se lo permita y un día esté de paso por el gigante sudamericano, visite Niterói.
El amigo brasileño Eric Nepomuceno, periodista y traductor, fue muy breve al decir a todos cómo es lo que siente por la Isla. Él, que no ha olvidado la hermandad que lo unió un día al escritor y profesor cubano Eduardo Heras León, expresó rotundamente: “Cuba sigue siendo mi segunda Patria”. Y en esas pocas palabras encerró el espíritu de un momento en el cual todos querían comentar algo, todos querían dejar la certeza de que, por la Mayor de las Antillas y su causa libertaria, bien vale la pena dedicar todo el tiempo a entretejer todos los hilos de la solidaridad y la hermandad.

Cuba, “que está viviendo tiempos muy difíciles”, fue tema inevitable en la intervención del Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista. Y una vez que el mandatario hubo explicado la naturaleza del bloqueo imperial recrudecido con sus dañinas consecuencias, comentó a los presentes que sí hay salida del cerco, “porque tenemos la convicción de que no nos vamos a rendir, ni como pueblo, ni como nación, ni como Revolución”.
José Martí, Fidel y su aspiración a que los seres humanos se distingan por el nivel de conocimientos alcanzados, la historia de Cuba -que “es suficiente para mover el alma de las personas”-, estuvieron entre las reflexiones compartidas por el Presidente cubano, quien en otro momento aseguró a sus interlocutores: “Estamos conscientes de que estamos unidos con ustedes en esta batalla” porque prevalezcan las mejores ideas.
Voces de los amigos
Luciana Santos, Ministra de Ciencia, Tecnología e innovación de Brasil, significó en el encuentro que “Cuba sigue siendo fuente de inspiración para muchos países”. Y recordó a José Martí como referente para hacer valer la justicia social, y como paradigma pedagógico.
A propósito del Grupo de los BRICS, esa herramienta esperanzadora que mucho puede hacer por el Sur Global, convocó a unir todas las fuerzas en aras del multilaterialismo de cara a la decadencia imperial. “Necesitamos de una vez -resaltó- de la unidad política”.