Cuba y Namibia, una amistad en defensa de la vida
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- En este articulo: Política Exterior
Entrañables son los lazos de amistad que unen a los pueblos namibio y cubano, y que se fortalecen con esta visita oficial que inicia el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.

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WINDHOEK, Namibia.- “Namibia no sería la misma de no ser por los cubanos”. Así, categóricamente, diría en una ocasión Sam Nujoma, Presidente fundador y Padre de esa nación. La Mayor de las Antillas —estamos seguros los cubanos—, tampoco sería la misma sin la hermandad de Namibia, nacida al calor de tiempos muy duros, de lucha contra la muerte, de lucha por la vida.
Y al calor de esa lucha, donde la sangre y el coraje de cubanos y namibios empujaron la heroica batalla contra el régimen del apartheid, se fomentó y fortaleció luego una amistad que ha dejado una impronta imborrable en la memoria de las dos naciones. Entrañables fueron los lazos que unieron, además, a los líderes históricos de ambos pueblos: Fidel Castro Ruz y Sam Nujoma.
“El papel de los combatientes cubanos cambió el curso, no solo de Namibia como país y de África, sino también de todo el mundo”, diría el Comandante y expresidente namibiano, Hifikepunye Pohamba, en marzo de 2021, en declaraciones ofrecidas al diario Granma.
“Las comunidades internacionales —aseguró en ese momento— a través de las Naciones Unidas, declararon el régimen del apartheid como crimen contra la humanidad. Por consiguiente, para el sistema colonial de los blancos sudafricanos, era inmoral e indigno mantener el régimen del apartheid. Por ende, profesamos una profunda admiración, respeto y afecto al compañero Fidel Castro y al pueblo cubano”.
Lo que se forjó en el terreno de las armas, se consolidó luego con la cooperación y la solidaridad: médicos, ingenieros y maestros namibios se han graduado en Cuba, a la cual muchos de ellos también consideran como su Patria.
La triste historia de la masacre de Cassinga marcó un antes y un después para nuestros pueblos. En medio del luto, el dolor y la muerte que llegó al campamento de refugiados namibios en esa localidad angolana, Cuba llevó esperanzas a los sobrevivientes.
Corría el mes de mayo de 1978 cuando la aviación sudafricana lanzó sus bombas de racimo sobre heridos de guerra, niños, mujeres y ancianos que allí se encontraban protegiéndose de la ocupación ilegal a que era sometida su pueblo.
La rápida participación de las tropas cubanas posibilitó salvar a los heridos y a quienes habían tenido tiempo de resguardarse en áreas cercanas. Inolvidable será para Cuba y el hermano pueblo namibio el actuar de nuestro personal médico y sanitario en ese entonces, para atender y salvar la vida de los sobrevivientes.
Muchos de esos niños y jóvenes fueron trasladados luego a la Mayor de las Antillas para recibir educación gratuita en la primera escuela creada en el municipio especial Isla de la Juventud, para la Organización del Pueblo de África Sudoccidental. En esa hermosa obra de solidaridad y humanismo estuvieron, como en muchas otras a lo largo de la Revolución cubana, el empuje y el empeño de nuestro Comandante en Jefe.
Años después, en un acto en Windhoek durante un aniversario de este terrible suceso, el entonces embajador cubano Giraldo Mazola destacó cómo “los huérfanos de Cassinga actúan hoy en este país independiente como doctores, ingenieros, maestros, oficiales del ejército, embajadores, secretarios permanentes o en otras actividades útiles”.
Es esa, también parte de la impronta solidaria de nuestro país, que jamás olvida ni abandona a los amigos, y que a lo largo de su historia ha sabido honrar los lazos que nos unen al continente africano.
Y desde Namibia, para Cuba han llegado igualmente cariño y agradecimiento infinitos. A Fidel, todos los honores, porque en él estuvo siempre la simiente de una obra de solidaridad y hermandad que se ha ido fortaleciendo a través de los años.
Aquí, en el centro de la ciudad capital, una calle lleva el nombre de Fidel. Y no es, aseguran los amigos, una calle cualquiera, en su recorrido de unos dos kilómetros, atraviesa la Avenida Independencia, arteria principal de la urbe capitalina. En sus alrededores se encuentran las oficinas del Vicepresidente y la Primera Ministra de la República, las sedes de ambas cámaras parlamentarias, el Ministerio de Relaciones Internacionales y Cooperación, y el Museo de la Independencia.
Para Namibia todo el amor y el apoyo de Cuba. Esta visita del Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, constituye de muchas maneras la reafirmación de que la cercanía entre nuestros pueblos se consolida y fortalece a través de los años, y será siempre una lucha constante por defender la vida.
Nota: En la elaboración de este material se emplearon perfiles y datos proporcionados por especialistas del Ministerio de Relaciones Exteriores y despachos de prensa.
Namibia, breve perfil
- Nombre oficial: República de Namibia
- Ubicación geográfica y límites: Situado en el sur de África. Comparte fronteras terrestres con Zambia y Angola al norte, Botswana al este, Sudáfrica al sur y el Océano Atlántico al oeste.
- Extensión territorial: 824 292 km² y una línea de costa de 1572 km
- Número de habitantes: 2,8 millones (Agencia de Estadística de Namibia, 2023)
- Nombre de la capital: Windhoek
- Fecha de establecimiento de las relaciones diplomáticas con Cuba: 21 de marzo de 1990