Acudir siempre a la Universidad cubana en busca de respuestas
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A tomar en cuenta las universidades para resolver muchos de los problemas del país convocó el Presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez en la reunión de balance anual del Ministerio de Educación Superior.
Balance del Ministerio de Educación Superior del año 2018

Estudios Revolución

“Hay muchas interrogantes que atender y responder. Pero una parte importante de las respuestas las tenemos que encontrar desde la investigación, desde el conocimiento, y para eso tendremos que acudir constantemente a las universidades”, expresó el Presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez durante la reunión anual de balance del Ministerio de Educación Superior.

Estoy convencido, aseguró, que con el compromiso que existe en la Educación Superior cubana vamos a encontrar respuestas a todas las problemáticas. No vamos a ceder en el empeño de encontrarlas, aunque sean las más difíciles, aseveró.

En la cita - que reunió en la capital a directivos de este ministerio y rectores de universidades de todo el país para analizar el trabajo del pasado año y proyectar el del 2019 - Díaz-Canel comenzó su análisis con el complejo momento que se vive en el área latinoamericana y caribeña. Señaló la implicación que ello tiene en todo lo que se haga desde la Educación Superior para la formación política e ideológica del claustro de profesores y de los estudiantes.

Ese tiene que seguir siendo el hilo conductor del quehacer en las universidades; a fin de cuentas, precisó, el trabajo político e ideológico es todo lo que hacemos para que las cosas funcionen bien. La situación actual exige mucho en materia de formación integral de estudiantes y profesores, comentó.

El Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros destacó el cambio generacional que se produce paulatinamente en los claustros y direcciones de las casas de altos estudios en el país. Habló de buscar momentos adecuados para el debate;  de no evadir ningún tema importante con los estudiantes; de buscar argumentos desde la historia y la ciencia para combatir formas enajenantes de pensamiento, la seudocultura, la vulgaridad y la banalidad que se nos quiere imponer.

Se refirió a la necesaria y aportadora vinculación de los jóvenes universitarios con las tareas de impacto social, “porque salen a combatir, a comprender los problemas de la sociedad cubana y con ello modifican sus formas de actuación”. Ejemplificó con lo vivido por los muchachos luego del tornado que embistió varios municipios de La Habana en enero pasado.

Llegaron de inmediato a los lugares que tenían una situación  muy compleja, rememoró el Presidente, donde la gente había sufrido un gran impacto y sentía mucha inseguridad. Los jóvenes fueron a alentar primero y después empezaron también a hacer. Ayudaron a transformar las cosas que se estaban realizando mal en el proceso de la recuperación, infundieron ánimos, apoyaron mucho en la evaluación técnica de las afectaciones, en el funcionamiento más eficiente de las oficinas de trámites y de los puntos de venta de materiales, así como en las obras de la reconstrucción.

Al hablar de conceptos claves expuestos en cada uno de los balances de los organismos de la Administración Central del Estado a los que ha asistido desde el mes de febrero, Díaz Canel reiteró la importancia de atender de manera diferenciada la política de cuadros. Necesitamos, dijo, que los profesores y cuadros de Educación Superior tengan inquietud revolucionaria, que les preocupe el acontecer internacional y del país; que se molesten cuando algo no funciona bien dentro de la universidad, porque eso nos da capacidad para actuar.

Se refirió al deterioro causado por el tiempo a la infraestructura de las universidades y también por la falta de mantenimiento provocada por dejadez y desidia. Comentó que la cultura del detalle, la exigencia y el rigor tienen que prevalecer en todos los procesos universitarios. No puede haber chapucería y formalidad para resolver los problemas que nos aquejan.

Convocó a eliminar la burocracia que afecta, por ejemplo, el ingreso a la Educación Superior. Por la propia dinámica demográfica del país no habrá más estudiantes que los que tenemos hoy. Entonces no pensemos en los mismos modos de actuación para formar fuerza de trabajo calificada, liberemos la mente, quitemos trabas y pensemos cómo podemos ponernos a la altura de lo que demanda el problema. Tenemos que, sin perder la calidad, facilitar el ingreso, no limitarlo, acotó.

Igualmente comentó acerca de la permanente vinculación con la base. En el caso de la Educación Superior, precisó, los directivos de las universidades tienen que visitar cada mes todos los colectivos profesorales y estudiantiles.

En su intervención, el Presidente retomó tres herramientas básicas para el trabajo de los organismos de la Administración Central del Estado, en las cuales la universidad cubana tiene que ser abanderada: la comunicación social, la informatización y la investigación llevada siempre a innovación.

Habló además de la participación de los universitarios en las redes sociales, “espacio para la gestión del conocimiento y también para el debate ideológico. Si no estamos ahí, los contenidos los pone el enemigo”. El quehacer de las universidades, que es el quehacer de la Revolución, tiene que estar presente en las redes sociales, subrayó.

El mandatario dialogó sobre los encuentros que desde enero se realizan en las universidades como parte de las visitas del Consejo de Ministros a las provincias. Ello está generando una sinergia tremenda y estoy convencido de que en los próximos meses se desarrollará aún más.

Díaz-Canel destacó el orgullo que siente en esas citas al ver cómo las universidades cubanas son capaces de exponer ideas avanzadas y demuestran que tienen investigaciones para aportar las soluciones que Cuba necesita. Esto propicia un vínculo directo con las empresas; se fomentan nuevas unidades docentes; y los organismos se muestran más dispuestos a poner en función de las universidades la nueva tecnología que arriba al país, consideró el Presidente.

Finalmente instó a continuar reanimando la infraestructura de las universidades, con acciones de mantenimiento que permitan que todo lo que se haga quede mejor que antes.

LA UNIVERSIDAD QUE TENEMOS Y LA QUEREMOS

Al presentar el informe sobre los objetivos de trabajo del 2018, el ministro de Educación Superior, José Ramón Saborido Loidi, destacó la tendencia a la mejora de los resultados docentes y a la satisfacción de los estudiantes con la preparación de sus profesores. No obstante, señaló como una debilidad la no satisfacción de la demanda de graduados en especialidades de importancia para el desarrollo del país, como las carreras de perfil pedagógico, agropecuario y de ciencias básicas.

Sobre la formación de posgrado precisó que ingresaron como aspirantes a doctorado 658 miembros del claustro universitario, cifra superior a lo planificado. Sin embargo, se incumplieron en el año 2018 las defensas doctorales, por problemas de planificación, no concluirse investigaciones y experimentos, falta de publicaciones y posposición de tribunales de defensa.

Acerca de la ciencia que se hace en las universidades, Saborido Loidi dijo que los resultados están en consonancia con las necesidades del país en temas como energía, construcciones, biomedicina, informática y comunicaciones, agroindustria y medioambiente. La relevancia de la ciencia universitaria se expresa en la obtención del 61% de los premios nacionales de la Academia de Ciencias de Cuba.

En este punto, el ministro fue crítico al apuntar que existen productos y servicios obtenidos por las universidades que no se han aplicado, o se aplicaron y no se generalizaron.

También estuvo en su informe el tema del impacto de los procesos universitarios en el desarrollo económico y social de las localidades. Según informó, se ejecutan actualmente 400 proyectos, con lo cual la Educación Superior se consolida como actor clave de las transformaciones a escala territorial y se fortalece su papel como aliado de los gobiernos municipales.

Como debilidad de esta tarea apuntó que la vinculación con las universidades no es uniforme en todos los territorios, al tiempo que se desconocen las necesidades de formación de recursos humanos que requieren los municipios para su desarrollo.

En el debate de la reunión, varios rectores se refirieron a temas cruciales como la vinculación entre empresas y universidades; el impacto de las visitas del Consejo de Ministros a las universidades; el desarrollo en los estudiantes de habilidades en idiomas, sobre todo inglés; la capacitación de los cuadros; la formación de doctores en áreas de impacto para el desarrollo, entre ellas las ciencias pedagógicas; y la implementación de los resultados científicos que nacen en las universidades.