Sin alarmar, Cuba se prepara para enfrentar el COVID-19
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- En este articulo: Reunión de Trabajo Salud COVID-19
Al presidir la reunión territorial en La Habana, donde se explicó el plan actualizado para la prevención y control del COVID-19, Díaz-Canel destacó que no se trata de generar alarmas, sino de estar debida y oportunamente preparados.
Estudios Revolución
El Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, indicó este viernes trabajar con responsabilidad, rapidez, seriedad y precisión en la prevención y control del COVID-19, enfermedad que ya suma más de 98 171 casos en 84 países, ocho de ellos en el continente americano.
No se trata de alarmar, sino de estar debida y oportunamente preparados, consideró el mandatario al encabezar la reunión territorial del occidente del país donde se explicó el plan de medidas ante el nuevo coronavirus, la cual tuvo por sede a La Habana con la presencia de las máximas autoridades de la capital cubana, Pinar del Río, Artemisa y Mayabeque.
Con estas reuniones regionales, explicó Díaz-Canel, estamos preparando a toda la cadena de dirección del Plan que fue actualizado recientemente por el Consejo de Ministros. En un segundo momento, aclaró, vamos a preparar a la población, para que esté bien orientada de cuál es la situación que se puede dar, la manera de actuar y sobre todo su participación.
El Jefe de Estado precisó que se deben tener bien claros los organigramas de procesos para cada uno de los escenarios. En todos los lugares tiene que estar bien claro qué se hace cuando aparece un caso aislado; qué se hace cuando es una familia la afectada; qué se hace cuando el escenario es un centro de trabajo, un hotel o una escuela; qué se hace cuando es una comunidad, un municipio o la provincia. “Hay que trabajar con mucha precisión para lograr la eficiencia que necesitamos en la consecución de los objetivos previstos en el Plan”, aseveró.
Díaz-Canel habló particularmente a los directivos sobre la importancia de mantener informado al pueblo y crear un ambiente de seguridad. “La población tiene que saber que se está trabajando, que tenemos un Plan que permite enfrentar cualquier situación. Tiene que conocer en qué momento estamos y estar segura de que cuando decimos que no hay casos del nuevo coronavirus en Cuba, es exactamente así”.
El Presidente recordó la calificación de “tarea gigantesca” que dio el General de Ejército, Raúl Castro Ruz, al encabezar una reciente reunión del Buró Político del Partido Comunista, donde se definieron medidas más precisas para incluir en el Plan de enfrentamiento. Y solo la podremos realizar, acotó Díaz-Canel, con la participación de todo nuestro pueblo.
Hay que exigir, agregó, que la capacitación se haga bien y se le dedique el tiempo necesario. Este Plan no es una camisa de fuerza, dijo, puede ser perfeccionado y ajustado a las característica de cada situación y de cada lugar.
“Tenemos que lograr ahora su implementación, la participación popular y hacerlo —que es lo más retador— cumpliendo con el resto de las actividades que están previstas en la vida política, económica y social del país”.
Además, alertó Díaz-Canel, hay que desarrollar las medidas de enfrentamiento al COVID-19, atendiendo intencionadamente la situación epidemiológica del país para que no se nos complique con otras enfermedades.
“Como país, como Revolución, con la participación de todos, estamos en condiciones de enfrentar cualquier desafío que nos deje una situación como esta. Lo más importante es todo lo que podamos prevenir, para evitar que ocurran incidencias con relación al nuevo coronavirus”, aseguró.
Por su parte, el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, hizo hincapié en la responsabilidad de los gobernadores con el chequeo sistemático del plan actualizado en cada territorio; y la especial atención que deben dar a los aeropuertos, puertos y marinas, así como a las casas particulares que arriendan a turistas, que en el país suman más de 26 mil, con las mayores concentraciones del occidente en La Habana y Viñales.
Asimismo, pidió un cuidado especial a los lugares de alta concentración y estrechar las medidas de limpieza e higiene, que son prioridades para ganar esta batalla, dijo.
El viceprimer ministro, Roberto Morales Ojeda, llamó a los cuadros a dirigir, más allá de cumplir tareas, creando, pensando y proponiendo soluciones. Al referirse a las medidas de aislamiento que ya se han definido, explicó, que en un primer momento la capacidad de hospitalización es de 3 mil camas, cifra que puede no ser suficiente ante una epidemia de gran magnitud, por lo que se trabaja para crear nuevas capacidades.
El concepto de trabajo, afirmó, tiene que ser el de la pesquisa activa desde el principio. Tenemos que salir a buscar a los enfermos, no esperar a que lleguen a los hospitales y velar sobre todo por los segmentos de población más vulnerables, entre ellos los ancianos que viven solos.
Morales Ojeda comentó que con los altos precios en el mercado internacional no será posible importar nasobucos en grandes cantidades, por lo que se preparará a la población para que pueda hacerlos, utilizarlos y desinfectarlos bien. Según se explicó, en el mercado internacional estas mascarillas están sobrepasando los dos dólares cada una. Se supo que la industria nacional podrá producir un millón para su utilización en centros asistenciales, aeropuertos, puertos y marinas.
El viceprimer ministro consideró finalmente que el Plan para enfrentar el COVID-19 puede convertirse en una buena oportunidad para abordar mejor el tratamiento de la neumonía, que es hoy la cuarta causa de muerte en Cuba.
Llegó el momento, agregó, de reforzar el control y el trabajo con las enfermedades del sistema respiratorio.
UN PLAN A LA MEDIDA
El Ministro de Salud Pública, José Angel Portal Miranda, detalló en la reunión los pormenores del plan para la prevención y el control del nuevo coronavirus, que tiene por objetivo esencial contener el riesgo de su introducción y diseminación en el territorio nacional, así como disminuir los efectos negativos de una epidemia en la salud de la población y su impacto en la esfera económica-social del país.
Al hacer una valoración del contexto nacional, explicó que desde el 25 de enero han entrado a la Isla 5 mil 505 viajeros de países de alto riesgo y se han ingresado a 44. Los pacientes estudiados para COVID-19 han tenido resultados negativos.
El titular puntualizó las medidas que ya se están tomado, entre ellas el incremento de la protección de la frontera a través del control sanitario internacional, sobre la base de la observación epidemiológica de los viajeros; y el aseguramiento de las condiciones de los locales, en todos los puntos de entrada del país, que permitan el aislamiento, la evaluación y la encuesta de cualquier sospechoso de padecer COVID-19, para su posterior evacuación a los sitios designados.
Además se realiza vigilancia epidemiológica de las infecciones respiratorias agudas por el Médico y Enfermera de la Familia, con el consiguiente ingreso de los casos con cuadro respiratorio clínico severo. Portal Miranda alertó sobre el especial cuidado en los hogares de ancianos y maternos, las casas de abuelos, los hospitales siquiátricos y los deambulantes.
El Ministro pormenorizó, entre otros detalles, sobre los pasos a seguir con las muestras para estudios microbiológicos; con la aparición de casos en instituciones educacionales, deportivas, centros de trabajo y hoteles; y con el tratamiento hospitalario a los confirmados. Además señaló las instituciones que en el occidente del país se han definido para la atención, entre ellas varias pertenecientes a las Fuerzas Armadas Revolucionarias, según indicación del General de Ejército.
El titular de Salud Pública refirió que, a la par, se organizan grupos de investigación para la ejecución de proyectos de investigación sobre el COVID-19. Particularmente habló de que se avanza en un estudio como prueba de concepto de un candidato antiviral cubano “CIGB 210”.
Como esta es una batalla que implica a todos los organismos de la Administración Central del Estado, Portal Miranda definió los aspectos más importantes a tener en cuenta: la preparación del personal; la identificación de trabajadores con síntomas respiratorios y garantizar su aislamiento; la aplicación de medidas de desinfección en los centros laborales; la protección de trabajadores expuestos al contagio en áreas de riesgo; posponer la participación en eventos internacionales en países de alto riesgo de trasmisión; e informar a la autoridad sanitaria del retorno de trabajadores provenientes de esas naciones.