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El miembro del Buró Político del Partido y primer ministro, Manuel Marrero Cruz, presidió este viernes la jornada de clausura del XII Congreso Internacional de Gestión Empresarial y Administración Pública.

Estudios Revolución
Una actualización de la gestión de Gobierno y de las prioridades de trabajo que deben seguir marcando el camino hacia la construcción de una Cuba más próspera y sostenible, ofreció el miembro del Buró Político del Partido y primer ministro, Manuel Marrero Cruz, en ocasión de la jornada de clausura del XII Congreso Internacional de Gestión Empresarial y Administración Pública.
El Gobierno cubano, dijo, se ha desempeñado en un contexto complejo, caracterizado por el recrudecimiento del bloqueo, el incremento de la subversión político-ideológica, así como el impacto de la crisis económica mundial, agudizada por la pandemia y los conflictos internacionales.
Puntualizó que todo ello ha tenido efecto en nuestra economía, desde el arribo de los combustibles hasta las importaciones de alimentos, materias primas y medicamentos. «No ha habido ningún sector en el país que no haya estado afectado».
Respecto a la situación de la COVID-19 en Cuba, pasó revista a todas acciones que nos han permitido actuar sin improvisaciones, y tener un control de la pandemia, gracias también al aporte de nuestros científicos y lo que significa contar con vacunas propias.
Durante su intervención, también destacó los tres pilares de la gestión de Gobierno: ciencia e innovación, comunicación social y la informatización de la sociedad.
Ello ha favorecido importantes trasformaciones y una visión más estratégica, potenciando la planificación de mediano y largo plazos, lo que se evidencia en la aprobación del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta 2030, y su implementación a través de macroprogramas, programas y proyectos, sostuvo Marrero Cruz.
«Su consolidación da paso hacia un esquema más integrador, articulado e interinstitucional, que pone el foco de la planeación económica y social en los retos de desarrollo».
Indicó, por otra parte, la aprobación de paquetes jurídicos relativos al perfeccionamiento de los actores económicos, en aras del desenvolvimiento de las micro, pequeñas y medianas empresas estatales y privadas, de una institucionalidad más flexible para el funcionamiento de las cooperativas no agropecuarias, y de dotar de mayor autonomía y capacidad de gestión a la empresa estatal socialista.

Como tareas pendientes, subrayó continuar revisando lo que debe ser una empresa estatal, ofrecer seguimiento al modo de gestión de las mipymes estatales; así como garantizar el encadenamiento productivo con el sector privado.
La lenta implementación de las medidas aprobadas, además del desconocimiento de algunos empresarios de sus facultades, la poca eficiencia en su gestión y la resistencia al cambio, son problemas que también pesan sobre la empresa estatal.
Sobre la estrategia económica y social consideró que, de conjunto con el Plan Nacional de Desarrollo y los Lineamientos, constituyen herramientas claves para el diseño e implementación de políticas y acciones nacionales y locales.
En este escenario también ha sido interés desarrollar —en consonancia con lo que establece nuestra Carta Magna— los municipios como instancia fundamental, y se ha iniciado un proceso gradual de descentralización de competencias a ese nivel, agregó.
Otros temas evaluados por el Gobierno cubano de manera diferenciada son el Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres, la atención a la niñez y la juventud, la discriminación racial; unido a problemáticas como el abasto de agua y saneamiento, por ejemplo, y el trabajo en los barrios en situación de mayor vulnerabilidad.
Sobre este último punto, el Primer Ministro aseguró que la labor en las comunidades ha favorecido el trabajo social, dar asistencia y fomentar nuevas fuentes de empleo y utilizar mejor los recursos existentes en los propios barrios.
La defensa de la patria socialista, conscientes de lo necesario de consolidar los resultados alcanzados y avanzar en la producción de alimentos, la construcción de viviendas, recuperar el sistema electroenergético nacional, además del incremento de las ofertas de bienes y servicios a precios justos para combatir la inflación, hoy definen nuestras prioridades de trabajo, pues Cuba —aseveró— no solo seguirá resistiendo, sino también desarrollándose.