Intercambia Díaz-Canel con el pueblo y con agricultores de Pinar del Río y Artemisa
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Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República recorre zonas afectadas por el huracán Ian en el occidente del país y constata la gallardía de su gente, dispuesta a recuperarse del daño y el dolor, cubanas y cubanos que sin desánimo van para adelante, como les pidió el Jefe de Estado.

Estudios Revolución
Tras recorrer puntos de La Habana al despuntar este miércoles, el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, siguió camino hacia Pinar del Río y luego regresó por sus pasos, para visitar zonas de Artemisa también afectadas crudamente por el huracán Ian.
Repasó nuevamente, de primera mano, aprovechando la plena luz del día, los daños causados por el huracán Ian y constató, aunque una y otra vez lo palpe por toda la geografía isleña, el coraje de cubanas y cubanos que no se amilanan ante las pérdidas materiales y el daño psicológico; compatriotas junto a las cuales, les aseguró, «sin desánimo vamos a seguir para a´lante».
Desde las 9:00 a.m. de este miércoles, Pinar del Río, como todo el occidente de Cuba, está en Fase Recuperativa. Junto al viceprimer ministro Alejandro Gil Fernández; el jefe del Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil, general de división Ramón Pardo Guerra; la presidenta y el vicepresidente del Consejo de Defensa Provincial (CDP),Yamilé Pardo Cordero y Rubén Ramos Moreno, respectivamente, el Jefe de Estado visualizó en la sede del Partido provincial videos tomados por los drones a la capital de Vueltabajo, donde la diferencia entre el martes y ahora era grande.
Temprano en la mañana, en la capital pinareña se continuaba talando y acarreando los árboles caídos y otros despojos, y sus habitantes parece que retornaban paulatinamente a su cotidianidad, incluidas las ya habituales colas —pasmosos, lentas— en panaderías y comercios —muy menguados, ya se sabe— donde, a pesar de posibles comentarios y anécdotas sombrías sobre el paso del ciclón, el sosiego iba regresando a sus pobladores.
El éxito en este nuevo desafío, señaló Díaz-Canel a sus compañeras y compañeros en el CDP, será el trabajo de las brigadas especializadas que tiene la provincia y que están llegando de otros territorios para restablecer los servicios básicos —electricidad, telefonía, y otros—; y también de las brigadas que debemos crear para la recuperación en los centros laborales, con los vecinos de cada lugar y con los estudiantes, para salir a trabajar en los barrios, en la agricultura... y donde la solidaridad es lo primero.
Y en este nuevo desafío, como informó Díaz-Canel, tampoco estaremos solos. Anoche, señaló, me llamó (Nicolás) Maduro (presidente de Venezuela), nos felicitó por la victoria del Sí en el referendo del Código de las Familias y nos ofreció apoyo en techos y alimentos.
Y hoy por la mañana —agregó— conversamos con el presidente (Andrés Manuel) López Obrador (de México), que también nos brindó ayuda, especialmente en el tema eléctrico. Y en varias ciudades del mundo, además, los movimientos de solidaridad están organizando el envío de donaciones. Es decir —expresó—no estamos solos.


ESTAMOS VIVOS
En la carretera que lleva de la ciudad de Pinar del Río a San Luis, el transporte del Presidente de la República debió ir lento, evadiendo los múltiples obstáculos que yacían sobre la vía. A cada paso aparecían árboles caídos, planchas de zinc retorcidas, cables eléctricos desenergizados, alijos de hilos telefónicos enmudecidos por el ciclón. Los objetos rasgaban los autos como uña de bruja que araña una pizarra kilométrica.
Buena parte de las casas a la vera del camino y que tenían cubiertas ligeras, se mostraban languidecientes, con toda la vida íntima de las familias expuestas a la intemperie. Vecinas y vecinos acarreaban y organizaban trastos domésticos y restos de los techos, tendían en las cercas de alambre la ropa de cada uno de los miembros de la familia y oreaban los colchones en un día en el que tampoco hubo sol y la lluvia amenazaba, y hasta volvía a caer en algunos tramos.
El 85 por ciento del fondo habitacional del municipio de San Luis recibió daños, totales o parciales. El Presidente de la República se llegó primero hasta la escogida de tabaco de la comunidad Chibás, una nave de paredes de mampostería que perdió el techo y decenas de toneladas de hojas de primera calidad, de las vegas tapadas, terminaron humedeciéndose a pesar de ser protegidas por lonas.
El presidente del grupo empresarial TABACUBA, Marino Murillo Jorge, explicó al Primer Secretario las labores para recuperar la mayor cantidad posible de la hoja, lo que Día-Canel constató conversando con un grupo de mujeres y hombres que sacudían mazo a mazo para luego ponerlos a orear, un proceso que seguirán haciendo hasta que cada hoja quede totalmente seca.
En las escogidas de Pinar del Río se preservan miles de toneladas de lo que es considerado como el mejor tabaco del mundo. Además de ponderar el empeño de los tabacaleros en recuperar lo más posible las hojas dañadas en mayor o menor grado, el Presidente de la República indagó sobre la nueva campaña, que tradicionalmente comienza en Vueltabajo el 10 de octubre.
Preguntó sobre el estado de los semilleros que estaban en fomento y sobre lo que hay que hacer para recuperar los perdidos. También aupó a los tabacaleros de la región, cuya cultura y excelsitud nadie pone en dudas. «Ánimo, que de esta también vamos a salir», afirmó.
El Primer Secretario también alimentó el espíritu de varias familias que viven aledañas a la escogida. A pesar de la resolución y confianza que mostró en que no quedarán desamparados, una madre de familia no pudo contener las lágrimas conversando con el Presidente, pero lo importante ahora, le dijo resuelta, «es que estamos vivos».


BENDICIONES EN SAN LUIS
A algo más de un kilómetro de la comunidad Chibás, está la cabecera municipal de San Luis, cuando Díaz-Canel entró al poblado, decenas de personas fueron hacia él. Le obsequiaron un gran aplauso y vítores de todo tipo, todos buenos, de gratitud, por una compañía que sabían iban a tener, pero que nadie imaginó iba a suceder tan rápido y de forma tan cálida.
«Sabíamos que iba a venir, pero no pensábamos que fuera hoy mismo, cuando casi no se puede llegar hasta aquí», decía a este reportero una dueña de casa que lucía sus labios pintados y tal vez su mejor ropa. Quizá era un acto de pundonor, de altanería, como queriendo decir que el huracán no le iba a derrumbar su autoestima.
La nota pintoresca, por el gracejo popular que mostró, la obsequió una dama muy bonachona que, como parada como «en sus trece», pidió disculpas al Presidente «por decir lo que iba a decir»: «le doy mi bendición a Usted y a sus nietos —le dijo—, porque usted es como Fidel, en medio del ciclón está con el pueblo». «La bendición es para todos», le respondió el Jefe de Estado.
En el intercambio con el pueblo de San Luis, Díaz-Canel señaló que este ha sido uno de los municipios más afectados por el huracán Ian. Sabemos que están pasando momentos muy difíciles, les dijo, pero vamos a levantarnos, y para eso —reiteró aquí también— tenemos que organizar con todos, brigadas en los centros de trabajo del municipio, de los vecinos y de los estudiantes, para recuperarnos de los daños, además de lo que harán las brigadas especializadas, que ya vienen en camino.
Los problemas no se resolverán hoy, ni en un solo día, porque es mucho el daño provocado por el huracán y están en todo Pinar del Río, les explicó Díaz-Canel, que en otro momento del diálogo les aseguró que ahora lo que necesitamos es la unión de muchos brazos, de muchos esfuerzos y de mucho compañerismo. Si trabajamos duro, saldremos más rápido adelante, sentenció también.
En la sede del Consejo de Defensa Municipal (CDM), encabezado por el primer secretario del Partido Comunista en San Luis, el mandatario emitió indicaciones para una mejor labor de recuperación.
Ante tantos daños — expuso—, muchas personas se le acercarán a plantearles su situación y a pedir una respuesta. Unos lo harán en buena forma, otras no tanto, y algunas hasta de manera descompuesta, pero a todos hay que atenderlos —indicó— y hacerlo con mucha sensibilidad.


ARTEMISA, TIERRA FÉRTIL
Comenzando la tarde, el Presidente llegó a la ciudad de Artemisa, donde fue recibido por la presidenta y el vicepresidente del Consejo de Defensa Provincial, la integrante del Buró Político, Gladys Martínez Verdecia y Ricardo Concepción Rodríguez, respectivamente; y por el miembro del Secretariado del Comité Central del Partido, Jorge Luis Broche Lorenzo, y la viceprimera ministra Inés María Chapman Waugh.
En las tierras fértiles de este territorio, el Jefe de Estado visitó las fincas Waterloo y La Rosa, ambas ubicadas en el municipio de Artemisa, donde conversó con sus líderes.
El peso de las producciones en ambas granjas es el plátano, el cultivo más daño por el paso del huracán Ian por la provincia, que suma, de forma preliminar, 5 000 hectáreas afectadas.
El longevo Daniel Evelio González dispone de tres caballerías en usufructo, mayormente de variedades Fihav, la mayoría de las cepas paridas quedaron partidas por la mitad. Junto a sus trabajadores, faena en la recolección de cuanto racimo fue desgajado por el viento en Waterloo.
No es la primera vez que ocurre, pero Evelio no pierde su buen talante y se alista para sanear sus platanales y a la vuelta de unos meses empezar a lograr, poco a poco, las cosechas por las que cada día trabaja y cada noche sueña.
En la vecina finca La Rosa, William Ernesto González estaba muy entusiasmado por la exportación a Europa de un alijo de bananos manzanos. En sus 1,63 caballerías ha logrado un armonioso intercalamiento; a la par de los plátanos hay limón y otras frutas.


El ciclón no fue muy benévolo con La Rosa. Junto a centenares de plantas de plátano cundidas de la fruta que ahora están en el piso, decenas y decenas de aguacates y cocos yacen a la sombra de sus árboles madres. Ernesto tampoco flaquea. «El año que viene será mejor», asegura.
El Primer Secretario del Partido también visitó las fincas La Fortuna, en Alquízar, donde conversó con el productor Juan Luis García Vidal, y la Camacho, en Güira de Melena, óptimamente gestionada por el campesino Miguel Gutiérrez Fuentes. Con todos conversó y a todos entusiasmó. Seguro, como dijo en todas las fincas, de que vamos a salir adelante a pesar de tantos tropiezos.
