Homenaje a ellos, los que cultivan el alma de Cuba
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Este lunes en la mañana, desde la histórica Tribuna Antimperialista, tuvo lugar el Acto Central Nacional por el Día del Educador, el cual contó con la presencia del Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez; así como del miembro del Buró Político y Primer Ministro de la República, Manuel Marrero Cruz.
En la Tribuna Antimperialista, cuando el sol no había rasgado aún la frialdad de la madrugada, tuvo lugar este lunes el Acto Central Nacional por el Día del Educador, el cual contó con la presencia del Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, así como del miembro del Buró Político y primer ministro de la República, Manuel Marrero Cruz.
Los primeros momentos de una mañana en la que estaban presentes el viceprimer ministro Eduardo Martínez Díaz, la ministra de Educación (Mined) Naima Ariatne Trujillo Barreto, y otros dirigentes, estuvieron adornados por el canto y la danza de niños y adolescentes; y también por la evocación, a través de imágenes, de aquellas horas en las cuales, desde la Plaza de la Revolución, cientos de jóvenes se dieron cita con Fidel y el líder declaró que había terminado la Campaña de Alfabetización, gracias a la cual la Isla era declarada Territorio Libre de Analfabetismo.
En la jornada, además, se encontraban presentes dirigentes y funcionarios del Mined, y educadores de las provincias de La Habana, Mayabeque, Matanzas, Pinar del Río y Artemisa -todos, en representación de Cuba-. De manos del viceprimer ministro Eduardo Martínez Díaz, y de la titular de Educación, Naima Ariatne Trujillo, fue extendido el Reconocimiento Especial del Ministerio de Educación a trabajadores con una trayectoria destacada en un sector que es vital para el país.
Igualmente, el Acto Central resultó propicio para hacer entrega de la Orden Frank País de Primer Grado a Isabel Río Leonard -investigadora relevante del Instituto Central de Ciencias Pedagógicas-. Ella, recibió la importante distinción de manos del Presidente de la República de Cuba.
Y porque el ejército de los maestros tiene en sí la virtud y la entrega como fortalezas distintivas, fueron entregados otros reconocimientos: la Medalla José Tey; la Distinción por la Educación Cubana; y la Distinción Rafael María de Mendive que otorga el Sindicato Nacional de trabajadores de la Educación, la Ciencia y el Deporte a quienes han dedicado 20, 25 años o más a la hermosa labor de enseñar en consonancia con los principios de la Revolución.
A cargo de la Doctora en Ciencias Naima Ariatne Trujillo Barreto estuvieron las palabras centrales de la jornada. Ella expresó que, “una vez más nos reunimos, dispuestos a la remembranza y al elogio”. Y dijo que las motivaciones de estos días convocan a ambas cosas: a la evocación de las hazañas, y al elogio sencillo y oportuno de quienes, desde la historia o en su continuidad, han hecho y hacen posible la obra educativa de la nación.
La titular habló de gratitud por el hecho de que el Acto Central tuviese lugar en “esta emblemática Plaza, escenario de trascendentes acontecimientos de la vida política, social, cultural de la nación”. Naima Ariatne recordó que ese escenario fue inaugurado en el fragor de la Batalla de Ideas, ese que -al decir de Fidel- sería una tribuna del pueblo, en la que se defenderían siempre la verdad y la dignidad de Cuba.
José Martí fue evocado por la ministra. Ella recordó al Apóstol, “para quien la cultura era la única forma de asegurar la libertad”; y trajo a colación al Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz y la circunstancia especial en que declaraba a Cuba Territorio Libre de Analfabetismo.
El 28 de enero de 1961 -recordó la ministra- Fidel convocó a la creación de las brigadas “Conrado Benítez”, en el que ya era Año de la Educación: “La concepción de la campaña fue que el pueblo enseñaría al pueblo, la mayor responsabilidad recaería en los jóvenes”. La titular recalcó que, a pesar de la invasión por Playa Girón, la Campaña no se detuvo; y que, en los más apartados sitios, miles de adolescentes y jóvenes organizados en brigadas voluntarias y contingentes de maestros, protagonizaron la proeza.
Como fruto de esa gesta -y así lo detalló Naima Ariatne- más de 700 mil personas fueron alfabetizadas, y se redujo de 23 a tres el porciento de analfabetismo en el país. La ministra recordó también que jóvenes casi niños, campesinos, representantes de la clase obrera, fueron asesinados por bandas contrarrevolucionarias al servicio de la CIA.
“El coraje y la esencia humanista que daban soporte a los nuevos destinos del pueblo -expresó- quedaban una vez más evidenciados”. Y en otro momento de su intervención enunció que el 22 de diciembre de 1961, en vibrante y conmovedor discurso, Fidel expresaba que no había momento más solemne y emocionante, instante de júbilo mayor, minuto de legítimo orgullo y de gloria como ese de reconocer que cuatro siglos y medio de ignorancia habían sido derrumbados. “Hemos ganado una gran batalla”, dijo entonces el gran Guerrillero, y así lo recordó la titular del Mined.
“Así nace y se consolida -reflexionó la Doctora en Ciencias- el sistema educativo revolucionario, que desde el principio irrenunciable de su condición universal y gratuita, sigue conmoviendo al mundo que reconoce expectante la capacidad con que Cuba logró anticiparse a metas que todavía son utopías en muchas regiones del planeta”.
Fidel con su legado volvió entre las evocaciones del discurso: la titular compartió el concepto del Comandante en Jefe de que no puede concebirse una Revolución sin educación; no puede concebirse progreso sin educación; no puede concebirse un mejoramiento en todos los órdenes de la vida sin educación.
“Para esta ocasión -dijo Naima Ariatne Trujillo Barreto-, además del recuento y la honra, hemos de asumir la complejidad y los retos. Asistimos a estas conmemoraciones insertos en una difícil realidad internacional, y con no pocos desafíos internos”.
Ella hizo referencia a las maniobras del imperio: a los comportamientos injerencistas, de irrespeto a las decisiones democráticas de los pueblos y del Derecho Internacional. Mencionó las guerras cognitivas; las expresiones fascistas y genocidas como las que vive el pueblo palestino; y los actos burdos de piratería en pleno siglo XXI, como los que se perpetran contra Venezuela.
El 2025 -afirmó más adelante- ha sido un año difícil, con múltiples dificultades, y con “realidades que impactan en nuestros profesionales que cada día aprecian y viven los efectos a lo interno del sistema educacional”, y que sienten lo que “sucede en cada comunidad, en cada familia, en cada niño, en cada adolescente y joven”.
La ministra enfatizó que “nuestros docentes, estudiantes, trabajadores no docentes, cuadros, han realizado un gran esfuerzo para adaptarse a todas estas circunstancias y encontrar alternativas de éxito”.
Ella destacó el heroísmo cotidiano y anónimo de quienes obran en Cuba la fortaleza de la educación. Y dijo a los maestros que “nada de lo que podamos expresar hoy podrá sintetizar sus cualidades, o la grandeza de su actuación en estos decisivos momentos que vive la Patria”.
“Hemos apreciado con satisfacción, honrados, conmovidos, agradecidos, la dedicación de cada uno de ustedes”, expresó la titular en un acto engalanado, de principio a fin, por el talento artístico de las nuevas generaciones. Naima Ariatne Trujillo no pasó por alto que, en el Año del Centenario del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, en este 2026, la participación de los educadores seguirá siendo decisiva.