En Guáimaro están las raíces de la nueva Constitución
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Monumento a la Constitución - Guáimaro
“Adoptamos por nuestro voto libre y secreto, mediante referendo popular, a ciento cincuenta años de nuestra primera Constitución mambisa, aprobada en Guáimaro el 10 de abril de 1869, la siguiente Constitución”, así subraya en su preámbulo la nueva Ley de Leyes.
Y es que ese día marcó el nacimiento de la República en Armas, forjada en los principios de la unidad, independencia y soberanía de la nación contra el colonialismo español.
Ciento cincuenta años después, la Asamblea Nacional del Poder Popular proclamará la nueva Constitución de la República de Cuba, refrendada en Referendo Constitucional el pasado24 de febrero y que será publicada en la Gaceta Oficial de la República.
A partir de ese momento comenzará otra etapa repleta de desafíos: la implementación de la nueva Carta Magna.
El país está ante un intenso proceso legislativo, porque la Ley suprema establece los principios generales, los valores y la organización de los sistemas de la sociedad; pero a partir de ahí hay que elaborar normas para desarrollar su contenido.
Expertos coinciden en que prontitud, profundidad y calidad son conceptos claves para elaborar las leyes que se crearán o adecuarán al texto constitucional. Así que el país y sus instituciones estarán protagonizando un amplio ejercicio legislativo para respaldar en el menor tiempo posible la nueva Carta Magna.
La Constitución ratifica el carácter socialista de Cuba y el papel rector en su sociedad del Partido Comunista, amplía los derechos y las garantías individuales, y fortalece el poder popular en los territorios.El trascendental documento ratificado por los cubanos en las urnas refleja la actualidad del país; pero sobre todo, es una brújula para el futuro.
La nueva Carta Magna, que será proclamada 150 años después de la primera Constitución mambisa, refleja las luchas del pueblo cubano por su independencia y soberanía. Sin dudas, Cuba tendrá a partir del próximo 10 de abril una Constitución moderna, signada por los tiempos en que vivimos; pero ante todo, un texto constitucional que expresa el presente y el futuro de la Patria, construido entre todos los cubanos.
Este proceso, profundamente popular, ha sido expresión del principio que siempre acompañó al Comandante en Jefe Fidel Castro y que expuso en 1976, cuando Cuba proclamaba su primera Carta Magna en tiempos de Revolución: “La nación tiene ya una Constitución nueva, revolucionaria, socialista, no impuesta por nadie, sino discutida y aprobada por todo el pueblo”.
Fidel es artífice también de esta obra colectiva. Su pensamiento nos trajo hasta aquí y su legado está explícito en la nueva Ley de leyes.
La Constitución que mueve a toda la nación
Con el triunfo de la Revolución cubana era necesaria una nueva Ley de Leyes. En el nuevo contexto, la Ley Fundamental del 7 de febrero de 1959 y la Constitución del 24 de febrero de 1976 constituyeron expresión del proceso revolucionario y su constante búsqueda de los mayores niveles de justicia social, así como la defensa de la independencia y la soberanía.
Para el proceso de elaboración de la Constitución de 1976, un grupo de trabajo designado por las organizaciones políticas y de masas del país, redactó un proyecto de Carta Magna que fue sometido a debate popular, en el que participaron más de 6 millones de ciudadanos. El 24 de febrero de ese año fue proclamada la Constitución que fortaleció la institucionalidad de la Revolución.
En los sucesivos años hubo una reforma en 1978, y otra en 1992, que permitió hacer aquellas transformaciones necesarias a nuestra economía para enfrentar el denominado período especial. Los cambios realizados fueron resultado de un proceso de perfeccionamiento del Estado, de las instituciones sociales y políticas de la sociedad, así como de las formas de participación popular.
Cuando apenas comenzaba el siglo XXI, en el año 2002, en un proceso popular sin precedentes, millones de cubanos estamparon su firma para ratificar el contenido socialista de la Constitución. La reforma dejó expresamente determinado el carácter irrevocable del socialismo en Cuba y de su sistema político y social.
Pero la historia constitucional cubana se había iniciado siglos atrás. El primer texto puesto en vigor fue la Constitución de Guáimaro, redactada en la Asamblea que tuvo lugar en abril de 1869 en ese territorio camagüeyano. A la Patria le nacía la primera República de Cuba en Armas, y se redactaba la primera Ley de leyes.
Casi una década después, en 1878, luego de los sucesos del Zanjón y la Protesta de Baraguá, fue aprobada la más pequeña de las constituciones mambisas, la Constitución de Baraguá.
La lucha fue retomada en febrero de 1895, bajo la unidad del Partido Revolucionario Cubano creado por José Martí. Ese año, se aprobó la Constitución de Jimaguayú, el 16 de septiembre, que marcó un hito en la historia constitucional cubana, especificando que “si en dos años la guerra contra la metrópoli española no estaba ganada, debía convocarse a otra Asamblea Constituyente”.
Y fue el 10 de octubre de 1897, en La Yaya, donde quedaba aprobada una nueva Ley de leyes. Expertos coinciden en que en esta Carta Magna se subraya el ideal de una independencia total y sin concesiones.
Con la llegada del siglo XX, en un contexto signado por haber sido frustrada la victoria de los mambises sobre el colonialismo español y por la intervención estadounidense, se redactó y adoptó la Constitución de 1901.
Ese año se impuso la Enmienda Platt, como un apéndice al texto constitucional, lo que reafirmaba la condición neocolonial del país al que le habían usurpado su independencia con la intervención militar norteamericana.
Décadas después, en 1940, surgía una nueva Constitución, proceso en el que participaron tanto figuras de la derecha como una representación de las fuerzas revolucionarias del país. Ese texto, entre los más avanzados de su tiempo, fue el fruto de la lucha revolucionaria que le antecedió y resultó trascendente no solo en el ámbito jurídico, sino también político.
Ahora, a 150 años de promulgada la primera Ley de Leyes en Cuba, los cubanos protagonizamos uno de los retos de mayor trascendencia para la Revolución: participar en una Reforma Constitucional que refleje las transformaciones económicas, políticas y sociales ocurridas en los últimos años.
El nuevo texto sintetiza, como los documentos antecesores, las luchas del pueblo cubano por su independencia y soberanía. Ciertamente, la Revolución y nuestro pueblo han desempeñado una tarea gigantesca, que mueve a toda la nación.
Cuba venció el desafío de lograr una norma constitucional que refleje la perdurabilidad de una nación soberana, independiente, socialista, democrática, próspera y sostenible, a la vez, más inclusiva, con mayor justicia social, donde se fortalezca la institucionalidad del Estado revolucionario y prevalezca la prédica martiana de que “La ley primera de nuestra República sea el culto de los cubanos a la dignidad plena del hombre”.
Ruta recorrida
La Asamblea Nacional del Poder Popular aprobó en junio de 2018 la realización del proceso de Reforma Constitucional y creó una comisión integrada por 33 diputados, con la misión de redactar el proyecto de Carta Magna. El grupo de trabajo estuvo presidido por el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, General de Ejército Raúl Castro Ruz.
El 22 de julio del pasado año, el Parlamento respaldó el proyecto elaborado por la Comisión y convocó a un proceso de consulta popular para enriquecer el documento.
Del 13 de agosto al 15 de noviembre de 2018, los cubanos protagonizaron el proceso de consulta popular, y el proyecto de texto constitucional se debatió en cada barrio, centro de trabajo y de estudio de todos los territorios del país.
Del amplio proceso popular, donde participaron casi nueve millones de personas en unas 133 mil reuniones, se derivaron más de 780 mil propuestas, entre modificaciones, adiciones y eliminaciones de los 224 artículos del documento propuesto. Los cubanos residentes en el exterior también pudieron emitir sus opiniones.
Finalmente, el proyecto de Constitución tuvoalrededor de 760 cambios, con 134 artículos modificados, casi el 60 por ciento del total. Posteriormente, a finales de diciembre de 2018, el texto, ahora con 229 artículos, fue sometido nuevamente a consideración de los diputados; y el 22 de diciembre quedó aprobado el texto por unanimidad, en sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
Ese día quedó convocado el Referendo Constitucional para el 24 de febrero. En las urnas, los cubanos deberían responder a la pregunta: ¿Ratifica usted la nueva Constitución de la República?
El domingo 24 de febrero de 2019 se realizó el referendo. El pueblo de Cuba refrendó la nueva Carta Magna con el voto por el Sí de seis millones 816 mil 169 electores.
El 25 de marzo pasado, el Consejo de Estado convocó a la realización de una sesión extraordinaria de la Asamblea Nacional del Poder Popular, este 10 de abril, para proclamar la nueva Constitución de la República de Cuba.