Cuba y Palestina, dos culturas de resistencia
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Tras participar junto a ellos y más de cien mil cubanas y cubanos en la Tribuna Antimperialista en acto para denunciar el genocidio contra el pueblo palestino, Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, sostuvo en la tarde de este jueves un nuevo encuentro con jóvenes de la hermana nación árabe que estudian en Cuba.
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Estudios Revolución

Siempre que uno conversa con ustedes nos fortalecemos; cuando apreciamos una nueva generación de muchachas y muchachos palestinos que prevalece, que ha germinado, en la que se consolidan los valores de la causa palestina, eso fortalece nuestras convicciones.

Así lo expresó el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en un nuevo encuentro en el Palacio de la Revolución con una representación de los jóvenes de la hermana nación árabe que estudian en Cuba.

Tras participar en la mañana de este jueves junto a ellos y más de cien mil cubanas y cubanos, en la Tribuna Antimperialista, en acto para denunciar el genocidio sionista contra ese pueblo, Díaz-Canel señaló a los jóvenes que «sus historias de vida, sus vicisitudes, su sufrimiento, duele mucho»; pero ese dolor —expresó— también es compromiso en la lucha, y creo que más temprano que tarde, estaremos en un encuentro como este en una Palestina libre».

Foto: Estudios Revolución

Durante el intercambio, la tarde de este jueves, en el Salón Portocarrero, con estudiantes de ciencias médicas que cursan el pregrado, la residencia o la especialidad, el mandatario denunció que a dos años del inicio de la nueva agresión contra el pueblo palestino, no puede olvidarse que esta fue una idea del gobierno norteamericano, una idea del imperialismo que tiene como brazo ejecutor al gobierno de Israel.

Estados Unidos e Israel, «los dos tienen la responsabilidad de, inmediatamente, responder al mundo por ese genocidio, por esos crímenes que han cometido, porque no han dejado vivir a un pueblo en paz que solo ha aspirado a su autodeterminación, a su soberanía, a su independencia, y a vivir en su propia tierra, de donde han sido despojados, desalojados, sacados a la fuerza», enfatizó.

Siguiendo el análisis, Díaz-Canel había señalado en otro momento de su diálogo, que ahora el imperialismo quiere limpiarse la cara ante las atrocidades que ha cometido en la Franja de Gaza.

Foto: Estudios Revolución

«El plan para Palestina —avisó— es un plan del Imperio». Y ante este plan, Cuba —ratificó más adelante— no apoyará ninguna otra propuesta que no sea «la de un Estado palestino soberano e independiente, en las fronteras anteriores a 1967, con un gobierno conformado por voluntad palestina, con derecho a que sus refugiados puedan regresar al país y a hacer la vida en su país y a aportar el desarrollo de su país y con Jerusalén oriental como capital. Eso es lo único que nosotros aceptamos para Palestina en el futuro.

«Y vamos a estar luchando con ustedes por ese futuro —afirmó. Luchando por ese futuro estaremos demostrando que un mundo mejor es posible y que para construir ese mundo mejor, que es posible, tiene que existir un Estado palestino».

HISTORIAS DE DOLOR, PERO TAMBIÉN DE VIDA

En el intercambio con representantes de las nuevas generaciones del pueblo palestino, en el que también participó el miembro del Buró Político y secretario de Organización del Comité Central del Partido, Roberto Morales Ojeda, varios jóvenes contaron sobre sus vidas, sobre su dolor, pero también sobre sus esperanzas y seguridad en que Palestina volverá a ser libre.

Yazan Zahar, estudia en Cuba desde hace siete años y hoy cursa la especialidad de Ortopedia, su familia vive en Cisjordania, en una aldea que está a 12 kilómetros de Jerusalén.

Foto: Estudios Revolución

Cada una de nuestras familias tiene su propia historia, pero como palestinos nos calificamos revolucionarios. Somos personas que han sacrificado sus tierras, sus vidas, sus casas, sus hijos, sus padres, por una causa justa, que es nuestra Palestina, recordó Yazan rememorando los tiempos de su niñez, cuando al terminar las clases, los fines de semana, se iba con sus amigos a lanzar piedras contra las puertas de las colonias israelíes que le habían arrebatado sus tierras.

«Hemos sido niños que pueden enfrentar la muerte sin miedo por nuestra causa. Pero ahora somos jóvenes que luchamos por un futuro digno, de soberanía, un futuro donde se protejan a nuestros niños, porque los niños, como escribió Martí, son la esperanza del mundo».

Yazan también contó de sus experiencias en Cuba y de su amor por esta Isla. «Cuba siempre ha estado al lado de las causas justas, sobre todo de Palestina. Cuba siempre pone en práctica el compromiso que tiene con los pueblos oprimidos del mundo».

Así lo ha hecho desde el inicio de la Revolución, y ahora estamos conversando con Usted, compañero Díaz-Canel, el único presidente del mundo que ha encabezado varias marchas a favor de Palestina frente a una embajada de Estados Unidos.

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Harrith Amir, estudiante de sexto año de Medicina, expresó que ahora parece que la guerra va a terminar, sin embargo, las cicatrices que ha dejado en nuestro pueblo no podrán borrarse. La guerra, explicó, puede haber cesado, pero la lucha por la libertad, la soberanía y por nuestros derechos legítimos no concluirá.

Y durante todo este tiempo —apuntó Harrith—, Cuba no ha estado entre los silenciosos. Cuba no nos ha fallado. A pesar de las dificultades que atraviesa, Cuba no ha renunciado a ayudar a los pueblos del mundo. Y la solidaridad de ustedes no ha sido en vano.

Mohamed Albhasi, que desde hace siete años vive en Cuba y cursa Medicina, recordó que la guerra contra el pueblo palestino no empezó el 7 de octubre de 2023, se remota a 1948 y mucho antes. Y los palestinos que han muerto durante esta lucha no son números, sino que son sueños, esperanza, dijo.

Abdalha Mahdi cursa el tercer año de Medicina, su familia vive en la Franja de Gaza, su historia refleja la vida de millones de gazatíes que han perdido a decenas y cientos de sus miembros y amigos y los que quedan vivos sufren las duras secuelas de heridas y otras lesiones que no son atendidas debido a la falta de medicinas e insumos médicos.

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Omaima Alkhawaga, Jebril Awad y Motee Ayman volvieron a compartir con sus compañeros y el Presidente Díaz-Canel historias que forman parte de sus vidas, del día a día como palestinos. De personas que han sido obligadas a ser refugiados en su propio país, pero que no cejan en la lucha de resistencia y la confianza en la victoria.

PALESTINA SIEMPRE PODRÁ CONTAR CON CUBA

En sus palabras a los jóvenes, Díaz-Canel Bermúdez rememoró los varios encuentros de este tipo que han sostenido, pero explicó que esta vez, en fechas en que se cumplen dos años del inicio de la más reciente agresión imperialista contra Palestina, era necesario volverse a ver, primero en la Tribuna Antiimperialista y después en el Palacio de la Revolución.

«En todas estas ocasiones —dijo— lo hemos hecho por el compromiso que tenemos con la causa palestina, y sobre todo para que ustedes se sientan acompañados, para que ustedes se sientan apoyados, para que en fechas tan significativas, ustedes sientan que no están solos en el mundo y que aquí, en Cuba, tienen una casa, tienen un pueblo hermano, tienen madres, tienen padres».

Foto: Estudios Revolución

«Duele mucho que jóvenes tan buenos como ustedes, jóvenes que están en plenitud de capacidades, estén pasando por esto, y es por eso que tenemos que seguir luchando por Palestina», señaló más adelante el Presidente, quien compartió con los estudiantes árabes tres ideas que forman parte del porqué los cubanos comprenden y abrazan la causa palestina.

Recordó que las generaciones nacidas después del Triunfo de la Revolución crecieron oyendo a Fidel hablar de Palestina, defendiéndola, hablando de las cualidades del pueblo palestino y oyendo a Fidel denunciando, en cualquier tribuna, en cualquier espacio internacional, el crimen que se cometía contra Palestina. «Por lo tanto —explicó— nosotros crecimos admirando también a Palestina y crecimos comprometidos con la causa».

«Ustedes, dijo el mandatario a los jóvenes, no están aquí por alguna excepción; están en un país que los acogió, en un país de una revolución que les dio la posibilidad de estudiar, porque Cuba y Palestina somos dos culturas de resistencia. Somos dos pueblos de resistencia. Somos dos pueblos agredidos.

«Somos dos pueblos que nos han querido desaparecer. Y somos dos pueblos que no hemos renunciado a permanecer, ni hemos renunciado a ser independientes, a ser soberanos y a ser libres.

«Por lo tanto, están aquí como un foco de resistencia. Ustedes son la expresión del pueblo palestino. Ustedes son la expresión de los mejores ideales, de los mejores sentimientos del pueblo palestino. Ustedes definen la cultura palestina. Ustedes definen las raíces palestinas. Ustedes definen la legitimidad de la causa.

«Por eso tampoco es extraño que nosotros los abracemos, que como hemos dicho otras veces, los consideramos nuestros hijos, y que esta sea su casa. Esta siempre será la casa de Palestina», afirmó el Jefe de Estado a los estudiantes palestinos.

Foto: Estudios Revolución

 Ojalá —señaló más adelante— viviéramos otros tiempos mejores. Ojalá tuviéramos una situación más holgada para compartir con ustedes mejor nuestras conquistas, nuestros avances, los resultados de nuestros avances. Pero por muy duros que sean los tiempos, nosotros también estamos sometidos a un bloqueo que es muy genocida, que es muy criminal.

«En Palestina —conceptuó— caen las bombas físicas. En Cuba todos los días caen esas bombas invisibles que son las del arreciamiento del bloqueo, de las medidas coercitivas. Pero aún en tiempos difíciles, siempre habrá un espacio para compartir con el pueblo palestino y particularmente con los jóvenes palestinos».

Ustedes —argumentó Díaz-Canel— están aquí formándose, creciendo, porque ustedes son el futuro de Palestina. Por eso, y siempre lo repito, Ustedes son un foco de resistencia palestina. Y Palestina, el mundo y Cuba necesitan que ustedes se formen en lo que van a ser, por lo que van a representar para el futuro de Palestina.

Otra idea desarrollada por Díaz-Canel para explicar a los jóvenes los nexos que unen a ambos pueblos, es que —señaló— aquí estamos compartiendo palestinos y cubanos «como si fuera un aula y un espejo, porque aquí estamos compartiendo, como les decía, dos culturas de resistencia.

«Ustedes y nosotros estamos en medio de un proceso que yo siempre he llamado resistencia creativa, porque somos pueblos que estamos resistiendo y aguantando los embates que nos imponen los bloqueos, las guerras o las medidas cohercitivas del imperio.

«Somos dos pueblos que estamos enfrentando (todo eso) con resistencia muy digna. Somos dos pueblos que resistimos, crecemos, avanzamos, que buscamos —también con la creatividad propia de ambos pueblos— superar las contingencias que tenemos que enfrentar.

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«Por lo tanto, ese concepto de resistencia creativa también lo estamos compartiendo. Estamos compartiendo la solidaridad, estamos compartiendo un ideario de internacionalismo, estamos compartiendo una máxima martiana donde Patria es Humanidad. Por lo tanto, entre todos nos estamos aportando, desde nuestra cultura de resistencia, convicción, pensamiento, y estamos ejecutando también voluntad».

Y si esto lo llevamos a la vida cotidiana —argumentó a seguido el Jefe de Estado—, cada libro que ustedes estudian en Cuba, cada libro que leen en Cuba, es un hecho de resistencia. Cada examen que ustedes vencen en sus carreras es una victoria. Y cada sonrisa que comparten con un cubano o con una cubana es un puente de solidaridad.

«Por eso —señaló— somos aula y espejo. Estamos entre todos enseñándonos y aprendiendo. Estamos entre todos reflejando cómo somos. Y estamos compartiendo ese reflejo, también, como parte de nuestras convicciones».

Una tercera idea desarrollada por el Presidente para entender los vínculos inasibles entre Cuba y Palestina, desde el pasado, en el presente y para el futuro, es la propia formación de los jóvenes del país árabe en nuestro país.

Ustedes —les dijo— no se están formando solo como médicos o en otras especialidades. «Ustedes se están formando sobre todo como revolucionarios. Ustedes se están formando como personas íntegras, como ciudadanos palestinos que van a ser muy útiles a su pueblo».

Y es que ese conocimiento que ustedes adquieran —comentó— «son los ladrillos con los que se va a reconstruir Palestina. Y desde el conocimiento, ustedes le van a aportar mucho al futuro de Palestina. Porque Palestina va a necesitar médicos para curar las heridas, las viejas heridas. Palestina va a necesitar ingenieros para reconstruir ciudades y para reconstruir sueños. Palestina va a necesitar maestros para que enseñen a la nueva generación de palestinos lo que es la justicia social y lo que es la paz. Y Palestina va a necesitar también agrónomos, agricultores, para cultivar la tierra palestina, para producir alimentos para Palestina y también para el mundo».

Son estas, «tres ideas que nos unen y tres ideas que reflejan fehacientemente nuestra unidad», señaló Díaz-Canel a los jóvenes, a quienes ratificó «que Palestina siempre podrá contar con Cuba, que ustedes siempre podrán contar con Cuba. Que nuestra lucha por Palestina, nuestra denuncia a favor de Palestina es permanente».