Cuba en el mundo: Pauta de la esperanza y de la dignidad nacional
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Este viernes, muy temprano en la mañana, un nutrido grupo de cubanos, casi todos muy jóvenes, recordaron desde Mangos de Baraguá en la provincia de Santiago de Cuba, aquella protesta protagonizada un 15 de marzo, con la cual Antonio Maceo salvó la impronta de la Revolución. En la jornada, que incluyó un encuentro para hablar sobre la historia patria, se encontraban presentes el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y el Secretario de Organización del Comité Central del Partido Comunista, Roberto Morales Ojeda.

Estudios Revolución
MANGOS DE BARAGUÁ, Santiago de Cuba.-“Maceo no entendió; dijo que no estaba dispuesto a aceptar el Pacto del Zanjón”. Todos los presentes escucharon la expresión, muy temprano este viernes, de Omar López Rodríguez, director de la Oficina del Conservador de la Ciudad de Santiago de Cuba.
Bajo un sol que todavía no caía con toda su luz, el prestigioso historiador recreó la escena en la cual, en su entender, Antonio Maceo “salvó el espíritu de la Revolución, salvó la dignidad de todos los cubanos”.
La famosa frase del Titán de Bronce, pidiendo al pacificador Martínez Campos que guardase el documento del Pacto con el cual terminar la guerra mambisa, tiene que ver con que los aguerridos luchadores que cosechaban victorias en los campos de la Isla, sobre sobre en Oriente, conocían bien el contenido de una propuesta que no incluía, ni la posibilidad de la independencia, ni la abolición de la esclavitud.
Por eso cuando el jefe español se retiró de Mangos de Baraguá, sabiendo que no había nada que hacer ante la intransigencia de Maceo, una expresión se dejó escuchar desde el grupo de los mambises: “¡El 23 se rompe el corojo!”.
El momento pasó a la historia cubana, y del mundo, como la Protesta de Baraguá; y resultó muy emotivo que este viernes, en el mismo lugar de los hechos, tuviese lugar un acto para conmemorar el aniversario 147 de aquella respuesta dada por Maceo un 15 de marzo. En lo que hoy es el municipio santiaguero de Mella, niños, adolescentes y jóvenes confluyeron en lo que ahora es un hermoso monumento, al cual también asistieron el Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez; el Secretario de Organización del Comité Central del Partido Comunista, Roberto Morales Ojeda; así como Beatriz Johnson Urrutia, primera secretaria del Partido en la provincia; y Manuel Falcón Hernández, gobernador de Santiago de Cuba.
En un espacio que es como el corazón del Monumento, antes de que el Conservador de la Ciudad compartiera sus ideas con todos, fue colocada una ofrenda floral dedicada por el pueblo de Cuba al General Antonio Maceo.
Eran 147 los cubanos de muy nuevas generaciones allí congregados, a quienes también se habían sumado el General de Cuerpo de Ejército, Roberto Legrá Sotolongo, miembro del Comité Central del Partido, viceministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, y Jefe del Estado Mayor General; así como Meyvis Estévez Echavarría, Primera Secretaria de la Unión de Jóvenes Comunistas.
Momento especialmente emotivo tuvo lugar cuando allí fueron escuchadas las razones por las cuales este viernes la juventud cubana recibió la réplica del machete del Lugarteniente General del Ejército Libertador Antonio Maceo. De manos del General de Cuerpo de Ejército, Roberto Legrá Sotolongo, Meyvis Estévez recibió el simbólico objeto; y seguidamente ella dio lectura a la Declaración Antimperialista de la actual generación.
La Primera Secretaria de la Juventud Comunista dijo a todos: “A 147 años de la histórica Protesta de Baraguá, gesta que simboliza la intransigencia revolucionaria, ejemplo de resistencia y dignidad, que ha guiado la lucha incansable de nuestro pueblo, los jóvenes cubanos, herederos del machete mambí, nos mantenemos firmes, comprometidos y dispuestos a continuar el legado de quienes nos han antecedido”.
Y en otro momento de sus palabras expresó: “Seguiremos siendo raigalmente patriotas, antimperialistas, antifascistas, solidarios e internacionalistas. Reafirmamos nuestro firme e invariable respaldo a la causa palestina. Denunciamos el genocidio contra civiles inocentes y la complicidad del gobierno yanqui. No permaneceremos inertes ante los intentos de avivar la Doctrina Monroe y el pretendido destino manifiesto sobre los pueblos de Nuestra América”.
Igualmente enunció: “Defenderemos como principal arma estratégica la unidad que ha sido fragua del pensamiento y acción forjada al calor de nuestras luchas”. El mejor tributo -dijo Meyvis- “será siempre trabajar incansablemente por el desarrollo del país, con modestia, compromiso, sensibilidad, y la convicción de que la victoria pertenece a los que luchan”.
“Seguiremos defendiendo Cuba y construyendo ese futuro mejor que sí es posible”, ratificó la dirigente juvenil, quien también, a nombre de las nuevas generaciones, compartió la voluntad de que los jóvenes irán a donde la Patria los necesite.
Seguidamente, la Primera Secretaria de la Unión de Jóvenes Comunistas hizo entrega al Presidente Díaz-Canel de un vistoso pergamino cuyo contenido era la Declaración Antimperialista de la Juventud Cubana.
Emotiva y amena conversación sobre la historia
Entre los jóvenes y la dirección del país tuvo lugar, como segundo momento en Mangos de Baraguá, un intercambio sobre lo que significó la Protesta.
Fue allí donde el historiador Omar López compartió sus semblanzas, y donde se sucedieron las voces de combatientes, estudiantes y profesionales que representan la entrega de las nuevas generaciones de cubanos.
Cada intervención se sumó para dejar claro que los patriotas no se entenderán nunca con el enemigo, si es la Patria la que está amenazada; que la Mayor de las Antillas merece una vindicación permanente; que la Revolución puede contar con sus hijos; y que el espíritu de Baraguá no puede ser defraudado.
Hacia el final de un encuentro marcado por la firmeza y por frases hermosísimas, el Presidente Díaz-Canel extendió a sus interlocutores gratitud por la oportunidad de “compartir con ustedes en esta sesión de reflexión, de pensamiento, de ratificación de convicciones, al amparo de uno de los lugares históricos, que es un baluarte de la historia de nuestra Patria”.
El Jefe de Estado pidió a los jóvenes que cuando estén en un lugar como Mangos de Baraguá, “siempre piensen en lo que sucedió en el lugar, qué significado tiene, qué simbolismo tiene, y qué vigencia tiene; qué tenemos que asumir, qué tenemos que beber de la savia de ese acontecimiento”.
Este viernes era 14 de Marzo. Por eso el dignatario recordó: “Una vez más ratifico nuestras felicitaciones a todos los periodistas cubanos, a todos los comunicadores cubanos”. Sobre la fecha, Díaz-Canel destacó que “tiene que ver con un hecho fundacional para la prensa cubana, que fue la creación del periódico Patria por José Martí”.
Ese periódico -explicó el mandatario- era “para convocar, para argumentar; para despertar el sentimiento del orgullo de ser cubano; para convocar a los cubanos a la guerra necesaria, a defender la Revolución, a mantener la continuidad. Y lo hizo precisamente Martí que tuvo una altísima valoración de la otra conmemoración que es mañana y que estamos en la víspera de ella”.
Martí -destacó el Jefe de Estado- “tuvo una valoración altísima de la Protesta de Baraguá”. Al respecto, Díaz-Canel Bermúdez hizo referencia a la carta que el Apóstol hiciera a Antonio Maceo, donde le expresara que, sobre la Protesta de Baraguá, tenía ante sí lo más glorioso de nuestra historia: “Y cuando uno va al texto del Manifiesto de Montecristi, uno se da cuenta de que Martí también tomó como inspiración la Protesta de Baraguá para lo que era el programa del Partido Revolucionario Cubano en la guerra necesaria”.
“Y está la Protesta, con todo ese simbolismo, con toda esa trascendencia, toda esa vigencia, todo lo que ha marcado las diferentes etapas de la historia de nuestro pueblo. Es un hecho trascendental. Yo creo que no por una casualidad la propia Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana escogió ese día (este 15 de marzo) para hacer su Asamblea Nacional, porque es parte de la estirpe de combate, de las convicciones de nuestro pueblo”.
En otro momento de su reflexión el Jefe de Estado dijo: “Nosotros somos un país con historia; nosotros somos un país con memoria histórica; y yo diría que con una memoria histórica gloriosa, heroica; pero, además, intensa”.
Por lo anterior, Díaz-Canel expresó: “Uno entiende también por qué muchos ojos en el mundo, muchos sentimientos en el mundo están puestos hacia Cuba, y por eso Cuba sigue marcando una esperanza; y sobre todo Cuba está marcando una pauta de dignidad”.
“Miren que hemos tenido tiempos difíciles, adversidades, bloqueo recrudecido…, y aquí estamos. Y eso el mundo lo admira: ese concepto de resistencia, ese concepto de dignidad nacional. Y eso tiene también una consecuencia de lo que se protagonizó aquí hace muchos años, con una figura paradigmática de la guerra de independencia, que fue el Mayor General Antonio Maceo”.
“Y yo creo que todo eso nos envuelve. Uno está hablando con la emoción de lo que significa estar en este lugar, conversando con ustedes, viendo la continuidad en ustedes, la disposición de ustedes, la comprensión del momento histórico que estamos viviendo, y cómo ustedes se proyectan como juventud cubana en este momento histórico, pero también con el simbolismo que tienen todos estos elementos que estamos viendo aquí”.
El Presidente cubano habló a los interlocutores “sobre lo que les corresponde a ustedes como generación, que es preservar la Revolución, en momentos tan difíciles como los que estamos viviendo”.
Sobre la Protesta de Baraguá, el mandatario resaltó que se trató de “un hecho glorioso de nuestra historia, pero esa gloria de ese acontecimiento trascendió su contexto histórico: la Protesta de Baraguá no se quedó en la guerra del 68, continuó con los ideales después de volver a la contienda, a la guerra necesaria que organizó Martí, y continúa hasta nuestros días”. Díaz-Canel no pasó por alto cómo fue que en un momento muy difícil para la Revolución, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz declaró que el futuro de la Patria siempre tendría que ser un eterno Baraguá.
“Es indudable que Baraguá trascendió a su contexto histórico y hoy está más presente que nunca”, dijo el dignatario; y habló de “tres principios del pensamiento revolucionario cubano que se entrelazan”, y que tienen como esencia lo sucedido en Baraguá: la unidad, la soberanía, y la justicia social.
Para fundamentar la idea anterior, el mandatario recordó que Antonio Maceo planteó aquel 15 de marzo que el Pacto no significaba la independencia, y que por lo tanto no se podía claudicar ante una propuesta que no daba independencia. Con su actitud -valoró el Presidente cubano- Maceo se estaba revelando contra la división entre los hijos de la Isla, y también contra una propuesta que no abolía la esclavitud –“y la abolición de la esclavitud, dijo, fue tal vez el primer elemento de justicia social que defendió la Revolución Cubana que nació en 1868”-.
El Jefe de Estado recalcó: “Están presentes esas tres cosas; y díganme si esas tres cosas no las tenemos que defender hoy”. Más adelante hizo énfasis en que “estamos defendiendo la soberanía y la independencia del país; no estamos claudicando, no nos estamos rindiendo. Lo que quieren es que, por la asfixia económica, nos rindamos. Por lo tanto, también estamos protestando todos los días como en Baraguá. ¿Contra quién?: Contra el imperio que nos quiere asfixiar”.
“Y sabemos que la situación es dura: largas horas de apagón, carencias de alimentos, carencias de medicamentos, problemas con el abasto de agua, problemas con el transporte, problemas con la recogida de desechos sólidos, muy complicada la vida social, el tejido social también se complica, se complejiza; pero nosotros sabemos que no puede haber engaño, no puede haber humillación, no puede haber rendición; y ese es el espíritu de Baraguá. Maceo no protestó para rendirse; Maceo protestó para mantener la llama de la Revolución, y eso lo estamos defendiendo en estos momentos también”.
A los presentes, preguntó el mandatario: “¿Ustedes creen que si Maceo hubiera sido pesimista hubiera podido protagonizar con tanta dignidad la Protesta de Baraguá? Maceo, a pesar de los 10 años de guerra, de la crudeza de la guerra, de la división que había, era optimista en que se podía lograr la independencia de Cuba; por eso regresó aquí a iniciar la invasión, y a protagonizar la invasión, que es otra de las páginas de nuestra historia que después Fidel retomó como idea para la guerra revolucionaria: hacer la invasión de oriente a occidente, con las columnas encabezadas por Camilo y el Che”.
“Si Fidel no hubiera sido optimista, ¿qué hubiera pasado cuando cayeron presos por el Moncada y masacraron a una parte de sus compañeros, o cuando sufrieron la prisión fecunda, o cuando estuvieron en el exilio en México, o cuando desembarcaron y sufrieron el primer revés en el combate en Alegría de Pío, o ante toda la adversidad de la lucha en la Sierra? Si Fidel no hubiese sido optimista, ¿cómo este país hubiera llegado con la Revolución hasta estos días, con tantos intentos de asfixiarnos y de agredirnos y desaparecernos? Entonces, tenemos que ser optimistas”.
Pero no se trata -como enunció el mandatario- de “un optimismo a ultranza: es que el optimismo nace de nuestra historia, de nuestros valores, de esos tres principios que defendió Maceo en Baraguá y que se han convertido en paradigmáticos para todas las generaciones que han compartido los procesos de la Revolución cubana”.
“Y lo repito: unidad, soberanía, y justicia social. Ahí hay una unidad de principios; ahí hay un legado de la protesta de Baraguá; y uno siente enorme orgullo y confianza cuando jóvenes como ustedes están asumiendo también esos principios; y entonces uno se va de aquí más optimista todavía de que la Revolución se va a preservar, de que la Revolución va a seguir creciendo, de que la Revolución va a superar estos momentos difíciles que estamos viviendo en estos últimos años; y que al final, como siempre, Cuba vencerá”.