Ministerio de la Agricultura: tras el reto de gestionar con mayor eficiencia la tierra
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Como parte de una intensa agenda de trabajo desarrollada en la jornada de este jueves, el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, asistió al balance del Ministerio de la Agricultura.
Estudios Revolución
Del desarrollo de nuestras propias fuerzas dependen, en primer lugar, los resultados que se logren en el país en la producción de alimentos. De ahí que al realizar este jueves las conclusiones del balance anual de trabajo del Ministerio de la Agricultura, el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, hizo especial énfasis en la necesidad de buscar maneras para generalizar, en el menor tiempo posible, las buenas experiencias que se han ido desarrollando en el sector, compartirlas y gestionar esas buenas prácticas productivas en todos los escenarios de nuestro ambiente agropecuario.
De tal manera –consideró- el esfuerzo que se ha hecho en muchos lugares, que ha sido grande, podrá convertirse en resultados productivos y en satisfacción de las necesidades de alimentación de nuestro pueblo, como también en un mejor aprovechamiento de nuestras potencialidades para exportar y desarrollar la agricultura.
Sin obviar en ningún momento la compleja situación económica en que se desempeña la nación, Díaz-Canel insistió en la urgencia de pensar distinto ante los nuevos escenarios. Hay que sembrar distinto, buscar alternativas, porque necesitamos cumplir con los planes de siembra aunque no tengamos combustible y aquí hay talento suficiente para lograrlo, valoró.
El cumplimiento de las medidas de ahorro tiene que ser un impulso cotidiano y en ello desempeñan un papel vital quienes dirigen. No pueden ser meros cumplidores de tareas –reiteró el Jefe de Estado- de su capacidad para valorar, proponer, organizar, controlar, retroalimentarse… dependerán en gran medida el compromiso y los resultados que se obtengan.
Tras el enorme reto a que se ha abocado la Mayor de las Antillas de lograr desatar las fuerzas productivas y romper definitivamente las trabas que entorpecen el funcionamiento de la economía, el mandatario cubano reflexionó que el análisis tiene que conducir en el sector a que de manera general la tierra se gestione con más eficiencia.
Sabemos que la agricultura necesita combustible –subrayó- y ante la imposibilidad de destinar a ella las cifras que en otras ocasiones se concedían, no podemos renunciar al cumplimiento del plan, sino encontrar alternativas que nos permitan mayor productividad y eficiencia. De ahí su énfasis en el empleo de prácticas como el policultivo, a partir del cual se pueden aprovechar mejor la tierra y los recursos que a su preparación se destinan.
“Eso es racionalidad; eso es ahorro”, insistió. Y aunque son conceptos que tenemos aprendidos, no terminamos de aplicarlos a una escala global, comentó.
Asimismo, resaltó el tema del riego, donde la agricultura necesita potenciar inversiones, pues este es un país que todos los años sufre intensas sequías y apenas el 7% de las áreas dispone de alguno de estos sistemas. Tenemos que ir a más, buscar alternativas, y todo ello con sistemas de riego eficientes, destacó.
Por otra parte, señaló que es el sector uno de los mayores generadores de residuales, los cuales pueden ser ampliamente aprovechados como combustibles y fertilizantes, al tiempo que se elimina la carga contaminante al medio ambiente.
Al referirse a los grandes gastos que por concepto de importación de alimentos realiza Cuba, el Presiente Díaz-Canel subrayó que se debe trabajar para ser cada vez menos dependientes de ellas. La clave está en producir y estimular las producciones nacionales y romper la mentalidad importadora; las potencialidades en muchos casos las tenemos, comentó.
Asociado a ello instó también a pensar en nuevas fuentes de exportaciones y aprovechar mejor los fondos exportables ya identificados, lo cual tiene que estar respaldado además por un incremento en las producciones.
Para articular mejor todo lo que nos proponemos y lograr satisfacer las demandas de la población –evaluó- resulta vital potenciar y capacitar al sector agropecuario, como también urge una mayor eficiencia en las formas productivas que gestionan diferentes formas de propiedades, pues no en todos los casos estamos aprovechando bien la tierra, que constituye una riqueza tremenda para cualquier país.
Por ello su hincapié en potenciar el desarrollo de los polos productivos, lugares donde se aplicar intensivamente la técnica para lograr grandes volúmenes de producción; respaldar el autoabastecimiento municipal y hacer comprender a todos los niveles su importancia; seguir introduciendo variedades de alto rendimiento, muchas de ellas salidas de nuestros propios centros de investigación; y continuar potenciando la agricultura urbana y suburbana sin perder las experiencias que en otros momentos se pusieron en práctica.
En particular sobre la implementación del programa Sierra Maestra, insistió en que se deben tener en cuenta los beneficios de las plantas proteicas como alimento animal, probados ya en disímiles escenarios y que constituyen alternativas que ofrecen respuestas, pero “tiene que haber un plan concreto de siembra de las áreas, de mantenimiento y uso de cada una de ellas”.
Si bien en el sector aún persisten numerosos problemas por resolver y atentan contra el propósito de incrementar la producción nacional de alimentos, el Jefe de Estado reconoció que han sido capaces de implementar un sistema de trabajo intenso en la base, a partir del cual se están destrabando cosas y se potencia un grupo de proyectos claves que en diferentes ámbitos impulsan también al crecimiento productivo.
LA PRODUCCIÓN DE ALIMENTOS Y SUS MUCHOS RETOS
Al presentar una síntesis del informe de trabajo, el ministro de la Agricultura, Gustavo Rodríguez Royero, comentó que durante el 2019 se trabajó intensamente para aprovechar mejor los recursos y potencialidades de que disponemos y buscar constantemente alternativas para ampliar ofertas y producciones que permitan seguir avanzando y garantizando cada vez una alimentación más balanceada a la población.
Encontrar soluciones propias para mantener y desarrollar, aun en las peores condiciones de bloqueo impuestas, las producciones agropecuaria y forestal en nuestro país ha sido todo un reto, consideró el titular durante el balance de trabajo, en el cual estaban presentes, entre otros, Esteban Lazo Hernández, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular; Salvador Valdés Mesa, vicepresidente de la República; y el viceprimer ministro Jorge Luis Tapia Fonseca.
Con una fuerza laboral de más de 876 mil personas, incluyendo cooperativistas y campesinos, Rodríguez Rollero aseguró que desde el sector se ha trabajado intensamente para buscar alternativas ante el déficit de insumos productivos y otras limitaciones. Llevar esa manera de actuar y pensar al ámbito de trabajo de cada persona es uno de los principales desafíos.
Durante el debate, profundo y abarcador, se reconoció el imperativo de trabajar para concretar una mayor calidad en la contratación con los productores; aprovechar mejor las facultades que se le han dado a las empresas estatales; potenciar los polos productivos también como exportadores; aumentar las capacidades de la industria; y solucionar el asunto de las cuentas por pagar y cobrar fuera de término.
Sobre el autoabastecimiento municipal se coincidió en señalar que se debe trabajar en la búsqueda de caminos que permitan combinar la estrategia productiva de las proteínas con el desarrollo local y a su vez producir bienes en beneficio del municipio, aspectos en los cuales resulta determinante la gestión empresarial.
Por su parte, el viceprimer ministro Jorge Luis Tapia Fonseca, valoró que la producción de alimento animal tiene que ser parte de una estrategia país que permita montar un sistema. No obstante los resultados sobradamente comprobados del empleo de plantas proteicas en este sentido –acentuó- aún no se logra su uso en la práctica y es un alimento que tenemos “al lado del campesino”.
De ahí su insistencia en hacer análisis integrales, pues si no tienen comida no van a tener desarrollo. Con la ciencia y la innovación la comida puede ser mejor aprovechada –destacó- pero introducir la ciencia no depende del barco, depende de nosotros mismos y ahí están los millones de pesos que le podemos aportar al país.
Más adelante, varias intervenciones enfatizaron en cuánto se ha logrado y cuánto falta por hacer todavía para concretar una mejor organización de los medios de transporte, que garantice la distribución de las producciones a pesar de las carencias de combustibles. Igualmente, se hizo referencia al papel que corresponde desempeñar a las cooperativas agropecuarias.
Al referirse a la gestión del capital humano, la preparación y capacitación del personal, y el vínculo con las universidades, la Directora de Recursos Humanos en el MINAG comentó cuánto se ha avanzado, al tiempo que consideró los muchos retos que todavía tienen por delante, sobre todo que “la ciencia se convierta en resultados en el surco”, que contribuya a la sustitución de importaciones, al incremento de las exportaciones, a la satisfacción de las demandas de alimentos de la población cubana.
El 2020 es un año decisivo para pensar qué más aportarle al municipio y al país, cómo lograr mayores desarrollos, buscar otras fronteras, exportar, ampliar las alternativas… porque es eso lo que del sector Cuba necesita.