Díaz-Canel: En esta Cuba siempre será posible hasta lo imposible
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En sus palabras de clausura en la sesión ordinaria de la Asamblea Nacional del Popular, el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, “convocó a pensar y actuar. A estar a la altura de nuestro pueblo y de sus líderes históricos”.
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“Este acto, tan simple y común hasta hace dos años, hoy equivale a una victoria”, afirmó el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, al clausurar este miércoles el Octavo Periodo Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, correspondiente a la IX Legislatura.
Luego de evocar la extraordinaria significación que tiene para Cuba este 22 de diciembre, Día del Educador y aniversario 60 de la Campaña de Alfabetización, el Jefe de Estado consideró que luego de varias sesiones realizadas a distancia debido a la epidemia de la COVID-19, que el Parlamento se reúna de forma presencial es “una victoria del esfuerzo, de la disciplina, de la consagración, del talento humano y la acción colectiva. Una victoria de la Ciencia, de la Salud, de la integración y del estado socialista cubano. Y una derrota para los que hablan de Cuba como Estado fallido”.
Rechazamos categóricamente esos términos con los que tratan de ponerle etiquetas a una Revolución que, en sucesivos actos de creación heroica, se ha convertido en ejemplo de real disidencia a la hegemonía global impuesta por la dictadura del Capital”, aseveró el Presidente.
En su discurso -que devino reflexión profunda acerca de la situación económica, social y política de la nación, con sus conquistas, insatisfacciones y desafíos- el Jefe de Estado aseguró que,en Cuba, la democracia socialista se expresa y se realiza a través de la participación de la ciudadanía en la conformación, ejercicio y el control del poder estatal y de la vinculación permanente de todos los actores del sistema político con el pueblo.
“La Cuba del siglo XXI, a la que denigran y bloquean, es la Cuba que progresa en el perfeccionamiento de su ordenamiento jurídico, consumando los mandatos constitucionales y reafirmando la voluntad política de cumplir estrictamente la legalidad socialista”, puntualizó.
Agregó que este país al que tratan de doblegar utilizando vías y métodos contrarios al Derecho Internacional, es el que crea, ama y funda. Estuvo presente en varios lugares del mundo llevando la luz de la enseñanza y el bálsamo de la salud, cuando más se necesitaba, ofreciendo su amistad y solidaridad, y sabe, porque lo prueba todos los días, que solo el amor engendra la maravilla, aseveró.
Este Gobierno al que tachan de incapaz ha sido capaz de gestar la creación y producción de 3 vacunas y otros dos candidatos vacunales. Somos uno de los países más avanzados en el proceso de vacunación a su población y el primero que comenzó la inmunización en niños, niñas y adolescentes de 2 a 18 años, resaltó Díaz-Canel, con el visible orgullo de ser parte de un pueblo símbolo de creatividad y resistencia.
Más adelante, en sus palabras de clausura de la sesión del máximo órgano legislativo, el Presidente de la República se refirió a un asunto estratégico y priorizado para el país: la economía, que ha transitado por un período excepcional, marcado por el recrudecimiento del bloqueo y el impacto de la pandemia, con afectación directa en los ingresos en divisas del país, lo que ha incidido en un marcado déficit de ofertas, exacerbando la inflación que tanto afecta y oscurece cualquier avance.
Díaz-Canel explicó que en el Plan de la Economía y en el Presupuesto del Estado para 2022, se definen objetivos que resultan de vital importancia para enfrentar las problemáticas que atravesamos, así como para continuar avanzando en la creación de capacidades y entornos institucionales que impulsen el desarrollo del país en el mediano y largo plazos.
El mandatario comentó que en el transcurso del año hay un tema que ha estado presente en todos los debates, dentro y fuera de este plenario y dentro y fuera del país: la Inflación.
Como se ha explicado en estos días y no sobra reiterar -recalcó- este no es un problema exclusivo de Cuba, es tendencia mundial. Subrayó que la inflación que padecemos es consecuencia de un desequilibrio existente entre la producción y la demanda, “al que hemos llegado por diversas causas, la pandemia combinada con los efectos del recrudecimiento del bloqueo y sus consecuencias para la economía, son algunas de ellas”.
Ese desequilibrio ha causado una subida continua de los precios de la mayor parte de los productos y servicios, y una pérdida del valor del dinero para poder adquirirlos, acotó Díaz-Canel.
Sin embargo -remarcó- hemos logrado mantener estables durante varios meses los precios de la electricidad, el agua, los combustibles, la canasta familiar, los medicamentos, las inversiones en salud y educación, por solo mencionar algunos ejemplos, algo que no sucede en otras partes del mundo tras el paso de la Covid-19, donde se aplican recetas neoliberales y terapias de choque.
Seguidamente, el Presidente cubano valoró que el diseño e implementación de la Tarea Ordenamiento no es la única causa de los altos niveles de inflación. “Hay déficit de oferta porque no producimos lo suficiente; porque se han incrementado los precios de fletes y los costos de las operaciones de importación; porque el bloqueo y la Covid-19 no han permitido disponer de recursos financieros suficientes para destinar a otros frentes productivos”, aclaró.
Díaz-Canel comentó que, como uno de los principales objetivos, se proyecta avanzar, dentro de los límites que permite la disponibilidad de recursos, en la recuperación del rol del peso cubano como centro del sistema financiero y en la racionalidad de los precios, priorizando los que resultan más sensibles para la población. En esa dirección -dijo-“se adoptan medidas que estaremos evaluando muy de cerca”.
Por otra parte,expresó que las discusiones sobre estos temas y el manejo de los presupuestos locales, han devuelto un protagonismo imprescindible al municipio, como escenario decisivo en la conformación y ejecución de los presupuestos.
Es vital entender y desarrollar el ejercicio de Gobierno desde su estructura más pequeña, favoreciendo la autonomía del municipio en las decisiones y acciones. Ahí es donde primero tenemos que hacer fuerte al Poder Popular, indicó el Jefe de Estado.
En otro momento de su intervención, de manera particular, resaltó que ha sido arduo y complejo mantener un servicio eléctrico estable, bajo las condiciones económicas que enfrenta el país.
Pero no es un milagro, es obra del talento, el esfuerzo y la consagración de los trabajadores del sector electroenergético, junto al apoyo de amigos y gobiernos solidarios con nuestra resistencia.
Al dirigirse a los diputados e invitados asistentes a esta sesión parlamentaria, Díaz-Canel abordó temas de la agenda mundial. Puntualizó que,en ese escenario internacional convulso, tienen que desenvolverse nuestro desarrollo nacional y la política exterior, sin abandonar los compromisos con la paz y en contra del armamentismo, los deberes en el esfuerzo común para proteger el medio ambiente y el equilibrio climático, así como los valores solidarios y de amistad con otros pueblos y la defensa de las causas justas.
Seguiremos promoviendo la integración de la región latinoamericana y caribeña, la defensa de la verdadera y definitiva soberanía de las naciones que la integran, y la salvaguarda de la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, aseguró el Presidente cubano.
Díaz-Canel recordó que el gobierno de Estados Unidos ha determinado convertir la agresión a Cuba en su política oficial y tras apostar sin éxito a asfixiarnos con el recrudecimiento del bloqueo en medio de la pandemia, trata de alterar la paz y la tranquilidad ciudadanas.
A pesar de ello, reiteró, no renunciamos a desarrollar, en condiciones de igualdad y respeto mutuo, una relación constructiva con el gobierno de los Estados Unidos. Entretanto, facilitamos y promovemos los lazos con el pueblo de ese país, en todas las esferas posibles y con énfasis especial en la comunidad de origen cubano que allí reside.
Díaz-Canel reflexionó además acerca del proyecto de Código de las Familias, que será sometido a consulta popular, para continuar enriqueciéndose con el aporte de todos.
Ponderó que el interés es lograr una disposición legal atemperada a estos tiempos, que refleje la realidad socio-cultural y las distintas problemáticas que se manifiestan en la cotidianidad de nuestras vidas.
Su contenido es una expresión más de la sensibilidad que caracteriza y define a la Revolución cubana. Enaltece la dignidad humana como valor supremo que sustenta el reconocimiento y ejercicio de los derechos y deberes refrendados en la Carta Magna. No impone modelos o tipos de familia, sino que reconoce una realidad innegable que ha de regularse y protegerse jurídicamente, significó el mandatario.
Sin dudas -dijo- estamos ante un texto que proyecta el presente y el futuro de la sociedad que somos y en cuyas esencias late, más allá de las palabras, el espíritu sensible, humano y profundamente revolucionario de una mujer de vanguardia como Vilma Espín.
El Presidente significó que ella, junto a Raúl y Fidel, cada uno desde sus respectivas responsabilidades, impulsaron en diferentes momentos de la Revolución, la comprensión y el avance de nuestras leyes de familia, que involucran problemas siempre complejos.
Miguel Díaz-Canel Bermúdez expresó que en unos días estaremos llegando al aniversario 63 de la Revolución. “Ya soplan aires de fiesta y es justo y necesario que celebremos haber vencido un año tremendo”.
Pero no olvidemos ni por un instante -recalcó- los aprendizajes que nos dejó el período más duro de los 365 días que terminan. “Estamos convocados todos a hacer sostenibles en el tiempo los resultados en la contención de la Covid-19, que tantas esperanzas despiertan en el pueblo por las señales de recuperación que se advierten”.
Precisó que sería un error creer que los buenos números de la pandemia que ahora tenemos, durarán para siempre, si no actuamos con suficientemente responsabilidad y racionalidad. Nuestros científicos y médicos nos están advirtiendo, significó.
En honor a ellos, por respeto y consideración, mostremos sabiduría y prudencia. “Que el exceso de entusiasmo no nos robe las alegrías del año que viene”, alertó el mandatario.
Díaz-Canel destacó que, al hacer un balance de lo vivido, resalta un récord olímpico y mundial: “la respuesta que ha dado el país a los numerosos problemas y desafíos que enfrentamos”.
Ese mérito, subrayó, es del pueblo. “Del valor y del talento que hay en el pueblo, del que emergen todos cuantos han aportado a la resistencia creativa de este año de pruebas.Como dijo una vez Fidel, algún día habrá que levantar un monumento al pueblo”, evocó el Presidente.
Recordó que Fidel, Raúl y sus compañeras y compañeros de la Generación del Centenario enfrentaron y vencieron desafíos colosales, que engrandecen ese monumento.
“La Continuidad que nos honra representar, tiene el deber de hacer su parte y lo hará. No imitando, no copiando, no esperando que las soluciones broten solamente de la historia. Porque lo que la historia tiene para darnos, es un acumulado de originalidad, de soluciones osadas, de creación heroica”, afirmó Díaz-Canel Bermúdez.
Y enfatizó: “Nos toca completar ese monumento saltando por encima del bloqueo, de nuestras limitaciones, dificultades y frenos”.
El Jefe de Estado consideró que 2021 fue una gran escuela de lo que ya no podemos ni debemos seguir haciendo. Y de lo que sí podemos y debemos hacer.
“Los convoco a pensar y actuar. A estar a la altura de nuestro pueblo y de sus líderes históricos. A trabajar con la mayor eficiencia, intensamente, pero sin agobio. Con la inteligencia de nuestros científicos, con la entrega consagrada del personal de la Salud, con el coraje y la disciplina de nuestras instituciones armadas, con el optimismo y la fe de nuestros campeones del deporte, con la osadía y la creatividad de nuestros jóvenes, con la pasión estremecedora de nuestros artistas”, instó Díaz-Canel a los diputados.
“En esta Cuba siempre será posible hasta lo imposible”, afirmó el Jefe de Estado con una certeza que emocionó al plenario.
“Que cada obra sea un canto a la Patria y a la Revolución, con mirada crítica y autocrítica pero siempre comprometida, como lo hiciera el trovador Vicente Feliú hasta el último aliento: Créeme que soy feliz abriendo una trinchera”, llamó el Presidente cubano a la Asamblea Nacional, representación genuina del pueblo.