Cuba y su lucha incesante: el honor y el heroísmo contra las adversidades (+Audio)
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Este martes primero de Abril el pueblo de Baracoa, en la provincia de Guantánamo, rindió homenaje al aniversario 130 del desembarco de Antonio Maceo, Flor Crombet, José Maceo y otros veinte patriotas a bordo de la Goleta Honor, por Playa de Duaba. La jornada contó con la presencia del Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.

BARACOA, Guantánamo.-“Uno ama lo que conoce, y defiende solo lo que ama. Por eso yo creo que un día como hoy, con la presencia del Presidente de nuestra República, Primer Secretario del Partido de nuestra nación, es un momento oportuno para decir nuevamente: ¡Viva Cuba libre!”.
Desde la sencillez, y desde la emoción, el historiador Elexis Fernández Rubio, quien se conoce al dedillo y muy desde el corazón la historia en el Oriente de la Isla, expresó esa verdad que también ha compartido en estos días el dignatario Miguel Díaz-Canel Bermúdez, de que la Revolución solo puede ser defendida si se le siente.
No se trata de cualquier historiador, ni su frase fue dicha en cualquier contexto. Elexis, amante de la provincia de Guantánamo, y orgulloso de todo lo que se ha hecho por la Patria en esos paisajes donde el sol aparece antes que en cualquier otro escenario de la Isla, habló este martes primero de Abril a un grupo de jóvenes que se sentaron muy cerca de donde Antonio Maceo, Flor Crombet, José Maceo y otros veinte patriotas, a bordo de la Goleta Honor, desembarcaron también un primero de abril -de 1895- por la playa de Duaba.
Contra múltiples contratiempos aquellos hombres, esos padres nuestros, tocaron tierra cubana, y la besaron. En ese acto encendieron la chispa de la guerra necesaria, provocaron un estremecimiento cuyas ondas expansivas llegan hasta nuestras horas. Este martes, muy temprano, el homenaje fue a Duaba, y a ese desembarco producido allí hace 130 años.
La jornada forma parte de encuentros recientes con la historia, donde la dirección del país, las nuevas generaciones y el pueblo se encuentran, conversan y se reafirman, como con ojos rehechos, en la verdad de que venimos de gente que inspira orgullo, de gente cuya fibra explica la resistencia de hoy.

“Yo creo que las familias cubanas -y las instituciones también- pero especialmente las familias cubanas, tienen que propiciar estos tipos de encuentros”, afirmó el Jefe de Estado a los jóvenes, a quienes también dijo: “Ustedes decían que estaban agradecidos por la oportunidad. No, nosotros debemos estar agradecidos de ustedes si, aprovechando esta oportunidad, la multiplican”.
Lo comentó en el sentido de que “todos los días en el país, en diferentes lugares de nuestra geografía, estemos conmemorando la historia, estemos aprendiendo de la historia; y también, con esas convicciones, nosotros estemos actuando a la altura de la historia que nos ha tocado vivir y que nos ha tocado defender y construir entre todos”.
La juventud, de una manera muy coherente, está propiciando estos encuentros, así valoró el Presidente cubano, quien frente al mar por donde entró el General Antonio con una veintena de hombres, trajo a colación eso que llamamos lo espiritual, lo subjetivo, y sin lo cual es imposible hacer o mantener revoluciones: “Los principios se convierten en valores cuando uno los demuestra con la vida, cuando uno los asume con lo que hace todos los días en la vida”, reflexionó para luego resaltar:
“Un principio puede ser la honestidad, pero realmente para uno es valor la honestidad si uno es honesto. Un principio es el patriotismo, pero realmente se convierte en valor cuando uno es patriota y cuando uno lo siente. Y eso es lo que queremos con ustedes; eso es lo que queremos entre todos, con nuestro pueblo, para poder enfrentar los difíciles momentos que vivimos”.
Díaz-Canel Bermúdez hizo énfasis en su certeza de que los días actuales pueden ser superados: “Cuando veo estas cosas -dijo-, cuando apreciamos las experiencias de vida que también hemos visto en colectivos y en compatriotas, en las visitas que hacemos todos los meses a los municipios y a las provincias del país, estamos seguros de que nosotros, aunque aprieten más las tuercas del bloqueo, vamos a salir de esta situación; y vamos a salir como siempre, tirando tiros; vamos a salir triunfando, vamos a salir como Maceo -y lo he dicho aquí en Duaba-, enfrentando la adversidad, enfrentando el seguimiento de las tropas españolas, dando un primer combate, que él venció para que todo el mundo supiera en Cuba que Maceo estaba aquí”.

La antesala de ese momento de intercambio -durante el cual jóvenes de distintos lugares de Cuba compartieron experiencias y sentimientos con la dirección del país-, fue una mañana intensa, cuyo punto de partida fue la calle Primero de Abril en Baracoa, donde se rindió homenaje al patriota Félix Ruenes -quien dijo en la hora cero, hace 130 años, que había llegado el General Antonio, para sumar a muchos al combate-.
Fue allí donde primero se congregaron los jóvenes y el pueblo, en un acto que también contó con la presencia del miembro del Buró Político y Secretario de Organización del Comité Central del Partido Comunista, Roberto Morales Ojeda; el Primer Secretario del Partido en la provincia, Yoel Pérez García; la Gobernadora de Guantánamo, Alis Azahares Torreblanca; así como la primera secretaria de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), Meyvis Estévez Echavarría.
El Primer Secretario del Partido Comunista en el municipio de Baracoa, Roeldis Ramos Tomasén, enunció momentos antes de que comenzara la “Peregrinación del Primero de Abril”, con destino al Obelisco de Playa de Duaba, que el desembarco del General Antonio Maceo “es un símbolo del deseo de la libertad, que ha resonado a través de la historia de Cuba. El legado de Maceo continua presente en la memoria colectiva, recordándonos el sacrificio y la lucha de aquellos que pelearon por un futuro libre y soberano”.
La marcha cívica recorrió cuatro kilómetros, encabezada por el Presidente Díaz-Canel y otros dirigentes, hasta llegar al Obelisco. Los participantes arribaron a un lugar hermoso, donde el mar ponía su signo de pureza y brillantez, y donde las palmas invitaban a ser miradas. Allí, a pie del monumento que recuerda los hechos, quedó colocada una ofrenda floral a nombre del pueblo de Baracoa. Allí los dirigentes de la Revolución colocaron rosas rojas. Y en otro momento un grupo de jóvenes escenificó el momento del desembarco.

Fueron recordados, uno a uno, los nombres de los 23 expedicionarios de la Goleta Honor. Y en otro momento muy especial, la Primera Secretaria de la UJC, Meyvis Estévez Echavarría, tuvo a su cargo las palabras principales del homenaje: “Hoy acudimos, dijo, a una nueva cita con la historia patria. Esta vez Duaba nos abraza como lo hizo hace 130 años con el General Antonio Maceo y su tropa. Desde entonces, este pedazo de tierra cubana ha devenido en suelo sagrado donde resuenan los ecos de la lucha por la independencia, y la fuerza del legado mambí; nos invita e impulsa a seguir en el afán de la victoria por siempre”.
Sobre el desembarco, la dirigente juvenil valoró que aquello fue “un acto de fe en el futuro, una apuesta por la dignidad, un grito de rebeldía contra la injusticia”.
La expedición -detalló- solo logró traer once fusiles, con 75 cartuchos cada uno, 23 revólveres, y 15 machetes. Ella recordó entonces las circunstancias tan parecidas vividas por la generación del joven Fidel, y su certeza de que ganarían la guerra: “Llegaban el Titán de Bronce y sus hombres a cumplir con el compromiso juramentado 18 años atrás, en Mangos de Baraguá, de luchar hasta que la Patria fuera definitivamente libre e independiente”.
Meyvis recordó que en un escenario desconocido, con pocos rifles y machetes, el pequeño grupo tuvo que enfrentar fuerzas muy superiores; similar a lo ocurrido, muchos años después, a los expedicionarios del Granma. E hizo hincapié en que “hoy, en nombre de los jóvenes cubanos, tengo el deber y la obligación de expresar que asumimos la necesidad de que cada uno de nuestros niños, adolescentes y jóvenes, entiendan mejor a Cuba, para poder seguir luchando por ella”.
Los desafíos que enfrentamos -razonó- “son diferentes e igual de fuertes, pero la esencia en la lucha sigue siendo la misma: defender la soberanía, construir un socialismo próspero y sostenible, y garantizar un futuro de justicia e igualdad para todos los cubanos”.

“Algunos intentan vendernos falsas promesas, disfrazadas de modernidad y progreso, quieren que renunciemos a nuestros principios, a nuestra historia, a nuestra identidad; quieren que olvidemos el sacrificio de nuestros antepasados, el legado de Maceo, la guía de Fidel; pero nosotros no nos dejaremos engañar, conocemos nuestra historia, sabemos de dónde venimos, y hacia dónde queremos ir. Somos conscientes de que el camino no es fácil, que enfrentamos obstáculos y dificultades, pero estamos dispuestos a superarlos, con la misma valentía y determinación que demostraron Maceo y sus compañeros en Duaba”.
En nombre de las nuevas generaciones, la Primera Secretaria de la UJC aseveró que “nuestro compromiso revolucionario” se traduce en concretar acciones: “estudiar y prepararnos -porque el conocimiento es la herramienta más poderosa para transformar la realidad-; trabajar con dedicación y eficiencia para construir una economía que beneficie a todos; participar activamente en la vida política y social de país, aportando ideas, propuestas y soluciones a los problemas que enfrentamos”.
Habló, además, de “defender la Revolución en todos los frentes” -en el mundo real, y en el mundo virtual-, combatiendo la desinformación y la manipulación mediática. E hizo énfasis en “ser solidarios con los pueblos del mundo, compartiendo nuestras experiencias y apoyando las causas justas”.
Junto al mar, las emociones de la Patria
Un hermoso y natural encuentro se produjo entre la dirección del país y los jóvenes que habían protagonizado la marcha.
Al Presidente Díaz-Canel, y a los demás dirigentes, los representantes de las nuevas generaciones comentaron sobre el futuro, sobre todo lo vivido en estas horas recientes -porque han sido jornadas de cantos, de bailes, de conocer tradiciones, de bañarse en el río-. La idea más recurrente fue la del compromiso, y la afirmación de que la Revolución puede contar con la fuerza y la inteligencia de quienes ahora tienen el mundo por delante.

Hermosas e interesantes fueron las palabras del realizador cubano y amante de la historia, Roly Peña –quien aportara, hace algunos años, la serie “Duaba, la odisea del honor”-: “Creo que Duaba, dijo, tiene algo detrás; y es que, si bien no lo expresamos con insistencia en la Serie, hay que valorarlo, y es lo que significa la Patria”.
Lo dijo en el sentido de que, para aquellos hombres inmensos, lo primero era la Patria. “Podemos -expresó- tener todas las contradicciones del mundo, pero la prioridad colectiva desde ser esa Patria”.
La connotación inmensa de aquel desembarco
“Cuando estamos con la historia, estamos con la Patria, estamos con la Revolución, estamos con el socialismo; porque se entiende la Patria, se entiende por qué se hizo una Revolución y por qué seguimos defendiendo el socialismo en este mundo tan inseguro y tan lleno de antivalores”. Así reflexionó, hacia el final del encuentro, el Presidente Díaz-Canel Bermúdez.
Él habló de que “siempre, todos los años, hay motivaciones suficientes, en Cuba, para que estemos viviendo de esa historia”. Y destacó: “Yo creo que cuando se va a San Lorenzo uno se siente Céspedes; cuando se va a Baraguá uno se siente Maceo; y cuando se va a La Plata uno se siente Fidel; y cuando se viene aquí también uno se siente Maceo; y en Playitas nos sentiremos Martí y Gómez”.
“Y ahí hay también una idea que es de continuidad del pensamiento del Comandante en Jefe, cuando decía que cuando uno esté solo tiene que ser el Comandante en Jefe. Todos tenemos que ser un Comandante en Jefe. No por gusto todos, cuando Fidel murió, ¿qué dijimos?: Yo soy Fidel”.
A los jóvenes, como a tantos otros a lo largo de la Isla, Díaz-Canel dijo este Primero de Abril: “Yo siempre les pido, cuando estamos en este tipo de encuentros, lo siguiente: conocer el hecho, vivir el hecho, analizar el hecho, extraer su significado; ¿qué significó para ese momento? ¿Por qué el hecho fue importante para ese momento? Pero entonces: ¿Qué legado nos dejó, y qué vigencia tiene hoy en lo que nos toca hacer?”.
“Porque todos nosotros estamos muy comprometidos, todas las generaciones que están participando del proceso revolucionario, en este tiempo tan difícil -para estar a la altura de lo que dijo Fidel, a la altura del momento histórico-, tenemos que interpretar muy bien, de esa historia, cuál es el papel que nos toca desempeñar, que sobre todo es salvaguardar la Revolución ante tantas amenazas”.

El dignatario hizo referencia a que la Revolución cubana enfrenta “un recrudecimiento brutal del bloqueo, que lo han llevado hasta las políticas de máxima presión, para ahogarnos y para asfixiarnos”. Igualmente hizo alusión a la “enorme estrategia de intoxicación mediática, una operación de inteligencia de intoxicación mediática con la que todos los días, sobre todo en las redes sociales, se trata de desprestigiar, de desvirtuar los valores de la Revolución cubana”.
En tal sentido, contó sobre una agresión reciente, muy perversa, consistente en que los “representantes del gobierno de los Estados Unidos tienen que hacer una gira por el Caribe y por América Latina, para presionar a los pueblos a que no acepten a las brigadas médicas cubanas”. “Están tratando -denunció- de desprestigiar el humanismo de las brigadas médicas cubanas, el heroísmo de las brigadas médicas cubanas, el valor de nuestros médicos y del personal de la Salud; y han encontrado una oposición tal en los líderes de los países caribeños, que ahora en los últimos comentarios decían que no dudan, que no están cuestionando la calidad de los médicos en los servicios que prestan”.
El Presidente explicó que ahora la matriz de comunicación consiste en tratar de imponer la idea de que los médicos cubanos están sometidos a una esclavitud; “y por supuesto, se desbarata (tal matriz) ante los argumentos que dan los líderes de esos países, ante los argumentos que dan esos pueblos que han sido pacientes de los médicos cubanos, y ante los argumentos que dan nuestros propios médicos que han cumplido misión internacionalista”.
Otros detalles sobre la historia patria
Sobre el desembarco por Duaba, el mandatario dijo a sus interlocutores: “Recuerden que Martí había organizado la guerra necesaria. El 24 de febrero se alzó el país de nuevo en armas, pero todo el país no estaba en guerra, todos los jefes y las tropas no estaban en guerra, todo el mundo no se había levantado. Se necesitaba ese levantamiento para que la guerra necesaria” se expandiera.
Por lo anterior, argumentó el Jefe de Estado, era sumamente importante que los jefes militares más connotados, de mayor prestigio, llegaran a Cuba: “Y con este hecho que estamos viviendo llegó uno de los más grandes: Antonio Maceo, el Titán de Bronce. Y con este hecho, Maceo estaba demostrando que sus convicciones de Baraguá seguían vivas. Donde quiera que Maceo realizó una acción, hizo también honor a Baraguá, a la intransigencia revolucionaria en Baraguá”.
“Y cómo se decía aquí: Maceo siempre ponía la Patria por delante, el esfuerzo, el sacrificio, la entrega por la Patria antes que cualquier otra situación. Y digo sacrificio porque como todos ya hemos conocido a partir de todo lo que ustedes han vivido en estos días y de lo que conocemos de la historia, esta fue una expedición que estuvo llena de riesgos, llena de adversidades”.

Hay historiadores que consideran -resaltó- que el desembarco (en Duaba) “fue el punto de inflexión en la Guerra del 95, porque a partir de ahí se consolidaron las fuerzas mambisas; se incorporaron las fuerzas mambisas; se rescató el espíritu de la Revolución; y además se afianzaron los liderazgos. Diez días más tarde llegaron Gómez y Martí, por Playitas; y después de eso, entonces, cuando pasó un tiempo y la contienda revolucionaria estaba en avance, se produjo otra obra militar revolucionaria, histórica, de una dimensión tremenda, que es la invasión de Oriente a Occidente”.
Díaz-Canel Bermúdez subrayó: “Después tendremos que seguir por la historia para entonces saber las razones, hurgar en las razones de por qué en todo ese esfuerzo libertario y todo ese compromiso con la independencia y la soberanía del país, esa guerra no terminó con la verdadera independencia y con la verdadera soberanía de Cuba, y terminó con una intervención norteamericana y después una República mediatizada y vendida a los intereses de los Estados Unidos”.
Traigo a colación todas estas cosas, resaltó el mandatario, “porque la primera prioridad que nosotros estamos defendiendo en el trabajo del Partido, en el trabajo de la nación, a partir de las reflexiones que hizo el General de Ejército en el 65 aniversario del triunfo de la Revolución, es que hay que mantener la unidad, hay que fortalecer nuestra unidad”.
Al respecto, comentó que “la respuesta que hemos encontrado, que es la que hemos estado compartiendo con nuestro pueblo y también con ustedes los jóvenes como parte de ese pueblo”, está en participar. Y enfatizó: “Cuando todos participamos enfrentando la adversidad, cuando todos enfrentamos los retos y los desafíos, cuando todos aportamos, cuando todos debatimos, cuando todos criticamos, cuando todos proponemos, y cuando todos entonces implementamos lo que proponemos y buscamos que lo que proponemos e implementamos quede bien y le aporte a la Patria, eso nos da victoria”.
“Y victoria genera victoria; y cuando esa victoria también la compartimos por el esfuerzo y la participación de todos, ahí tenemos unidad, y ahí logramos consolidar la unidad. Lo que pasa es que, para llegar a esa convicción hay que, entonces, beber de la savia de esa historia, y por eso es tan importante este tipo de encuentros”.
Hay historiadores que han dicho -destacó Díaz-Canel Bermúdez este Primero de Abril en Duaba- “que esta fue la expedición del honor contra la adversidad”. Por lo anterior, preguntó “si no hay honor y si no hay heroísmo en el pueblo cubano cuando el mismo está enfrentando las adversidades que nos han querido imponer con este recrudecimiento del bloqueo en los tiempos actuales”.
“Entonces, nosotros también estamos inspirados en esa historia; y lo que estamos haciendo hoy lo estamos haciendo por convicción; y, ¿a qué ejemplo tenemos como referente?: a ese ejemplo de Maceo en Baraguá, a ese ejemplo de Maceo aquí en Duaba. Por lo tanto, aquel hecho tuvo una connotación tremenda, tuvo una significación tremenda, pero tiene un legado y una vigencia tremendas en lo que nos toca hacer a nosotros en los momentos actuales; y por eso yo creo que nos llena mucho de satisfacción que jóvenes como ustedes puedan interpretar la historia en la manera en que ustedes lo han expresado hoy”.